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IFA Arena: el enemigo interior

La institución ferial aprobó en 2004 un ambicioso proyecto con una inversión de 160 millones de euros para modernizar y ampliar sus instalaciones. Una década después sólo está hecha una parte de la urbanización, no hay nada del pabellón multifuncional y las deudas superan los 70 millones

Inicio de las obras de ampliación de IFA DIEGO FOTÓGRAFOS

El proyecto «IFA Arena» es la única salida de futuro de la Institución Ferial Alicantina, pero, a su vez, se ha convertido en su mayor enemigo y el elemento que podría implosionar el complejo ferial.

La iniciativa «IFA Arena», un pabellón multifuncional además de otras infraestructuras en paralelo, fue aprobada por el patronato hace prácticamente diez años, en concreto el 14 de julio de 2004, y se está volviendo en una soga que está dejando, cada día que pasa, sin oxígeno al complejo ferial, que en las últimas semanas ha visto agravada su situación con apremio de pago por parte de Suma y exigencias de clientes y proveedores que quieren cobrar después de largos meses en la estacada.

«IFA Arena» fue concebido para garantizar el futuro de la institución y se está terminando por convertir en una losa de proporciones inimaginables donde sólo el Instituto Valenciano de Finanzas parece respaldar.

Promoción comercial

Esta iniciativa buscaba en sus orígenes la ampliación y modernización de la Institución Ferial Alicantina para que ésta diera un salto cualitativo y confirmara su papel preponderante en la provincia como epicentro de grandes eventos feriales, la promoción comercial e industrial de los sectores económicos y el fomento de encuentros científicos y culturales.

Dicho proyecto iba a permitir disponer de 412.000 metros cuadrados «para la localización, implantación y especialización de equipamientos y actividades económicas», según se recoge en el informe de auditoría correspondiente al ejercicio 2012.

Además de la ampliación, transformación y modernización de las instalaciones, el proyecto «IFA Arena» contempla -porque aún se confía en él, pese a que la semana pasada la alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, dejó caer que tal vez habría que empezar a renunciar a este sueño puesto que no era el momento- actuaciones de urbanización y edificación.

Y es que IFA aspiraba a contar, además del pabellón multifuncional, con un centro de reuniones, así como el desarrollo de un área de ocio y servicios hoteleros.

Todo esto se presupuestó en un total de 160 millones de euros, una inversión que en 2004, cuando la economía marchaba a otra velocidad, podría no parecer nada descabellado, pero que en los últimos años se ha visto como una temeridad por la coyuntura que desde 2008 atraviesa el país.

Este ambicioso plan presupuestado en 160 millones es lo que desde hace 6 años hasta hoy se contempla como una pesadilla, puesto que IFA acumula ya deudas por encima de los 70 millones de euros y su tesorería es mínima con cerca de 280.000 euros de liquidez, cantidad con la que no puede hacer frente a los pagos más inmediatos.

Pero volvamos a la época dorada. En 2006, 2007 y 2008 IFA realizó reformas en las instalaciones ya existentes (pabellón II y foro de acceso al pabellón principal) por importe de 4,7, 1,3 y 6,9 millones de euros respectivamente.

Asimismo, durante 2009 la institución llevó a cabo reformas en sus instalaciones por importe de 1,1 millones de euros. Estas inversiones fueron financiadas fundamentalmente con un préstamo formalizado en el ejercicio 2007 con el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). En estas obras IFA ya había invertido 14 millones de euros sin empezar aún el proyecto «IFA Arena».

Suelo por valor de 19,3 millones

De 2005 a 2010 se llevó a cabo la adquisición de terrenos adyacentes por valor de 19,3 millones de euros, y en noviembre de 2009 comenzaron las obras de urbanización de la zona de ampliación del recinto ferial, actuaciones que hoy en día están al 75% y paralizadas desde octubre de 2012.

Precisamente en octubre de 2009, el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en el acto de colocación de la primera piedra en la zona prevista para la ampliación del recinto ferrial, afirmaba que dicho proyecto iba a aportar 300 millones de euros al Producto Interior Bruto regional y que generaría unos 1.500 puestos de trabajo directos e indirectos.

A día de hoy lo que tiene IFA es una deuda demasiado abultada, tres regulaciones de empleo acumuladas, pérdidas previstas hasta 2017 y un apremio de embargo de Suma por no haber abonado el IBI de 2012 y 2013 al Ayuntamiento de Elche, entre otros muchos quebraderos de cabeza.

Desde IFA se recuerda no obstante que a día de hoy los activos de la entidad superan las deudas acumuladas, y que son las infraestructuras las que todavía pueden hacer viable a la institución dada la aparente revitalización de la economía y las «buenas» perspectivas de futuro.

«El proyecto tiene capacidad para repagar su deuda», señalan los responsables de IFA, quienes entienden que hay que esperar a dos vientos favorables: por un lado a que se recupere el valor del suelo, y por otro, a que se recuperen los inversores, entre ellos el socio financiero de IFA, la Generalitat.

De igual modo se aferran a que las cuentas de 2013 han sido mejores que las del año precedente, con una mejora de la facturación en un 15% y una reducción del déficit. Es decir, la tendencia está cambiando.

«A pesar de tener una deuda importante, IFA tiene motivos suficientes para ser viable», reiteran desde el complejo ferial el cual considera que lo fácil sería echar la persiana. Frente a ello, se aferran a la esperanza para que IFA no deshaga en las manos y se convierta en arena.

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