Al consejo de administración del Elche se le acumulan las tareas. Después de solucionar el problema con Hacienda y presentar el recurso ante el TAD para revocar la sanción del descenso administrativo, ahora llega el turno de los futbolistas. El club ilicitano va a empezar esta semana a negociar con los jugadores para evitar que el 31 de julio se produzca otro descenso por impago, que dejaría a la entidad franjiverde al borde de la desaparición.
El Elche tiene pendiente de pago cinco nóminas, desde febrero hasta junio, con un montante de unos cinco millones de euros. Además, también hay que abonar los 2,4 millones de la prima de permanencia de la temporada pasada. En total hay que pagar alrededor de 7,4 millones.
El presidente, Juan Anguix, el secretario, Jerónimo Prado, y el director de planificación y gestión, Julio Martínez, se van a poner manos a la obrar para intentar llegar a acuerdos con los futbolistas y tratar de aplazar los pagos, para evitar, de esa forma, las denuncias ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). En principio, todos los jugadores tienen previstos denunciar para asegurarse los cobros, pero, una vez que se vayan llegando a los acuerdos, retirarían las denuncias.
Además de las deudas de la primera plantilla, antes de mañana martes hay que abonar unos 200.000 euros pendientes con los jugadores del filial para evitar el descenso del Ilicitano de Tercera División a Regional Preferente.
La situación es complicada debido a la incertidumbre que existe sobre en que categoría va a estar el Elche la próxima temporada. Según el club, en caso de permanecer en Primera División, la solución sería asequible porque se producirían importantes ingresos económicos procedentes de la campaña de abonos, que tendría un empujón importante, y de la ampliación de capital.
Pero si, al final, se confirma el descenso a Segunda División el caso se complicaría mucho porque los ingresos serían muchos menores. Los dirigentes franjiverdes confían en la colaboración de los jugadores, sobre todo de algunos que ya han demostrado su implicación con el club como es el caso del capitán Edu Albacar, quien podría convencer a sus compañeros para que ofrezcan facilidades al club. Incluso, si se produce la noticia que nadie desea, como es que el Elche acaba en Segunda División, también se podría negociar la deudas con jugadores que se quieran marchar a otros equipos de Primera División con la carta de libertad. El descenso permitiría que futbolistas con contrato en vigor salieran cedidos a otros conjuntos que le igualasen sus fichas, pero seguirían perteneciendo al club ilicitano, por lo que, si quisieran quedar libres, también podrían optar por perdonar o aplazar las nóminas pendientes de esta temporada.
En el caso de la prima de permanencia de la temporada pasada, hay futbolistas como Mantecón que ya anunció, en su visita al Martínez Valero hace 15 días para entrenar con el Cádiz, que no tendría problemas en dar facilidades con el fin de ayudar al Elche a que no descienda por impagos.
De todas formas, en la entidad franjiverde confían en que el recurso ante el TAD prospere y poder hacer frente a todas las deudas con los futbolistas con los ingresos de la campaña de abonos y de la ampliación de capital.
