La crisis económica ha llevado a muchas compañías alicantinas a probar suerte en el extranjero durante los últimos años, ante la falta de demanda que se registraba en el mercado nacional. Un esfuerzo que en muchas ocasiones se ha visto recompensado y que ha permitido elevar significativamente el número de firmas de la provincia que ya opera de forma continuada en el exterior. En concreto, según los datos del ICEX a los que ha tenido acceso este diario, al cierre del año pasado Alicante ya contaba con 2.449 exportadores regulares, lo que significa que han logrado vender sus productos en el extranjero al menos durante cuatro años consecutivos.
Son 479 más de los que se registraban en el año 2010, lo que supone un aumento de casi un 25% que es, en buena parte, el responsable del auge que vive el sector exterior de la provincia. Y es que en estos seis años las exportaciones alicantinas han pasado de 3.715 a más de 5.400 millones de euros -un auténtico salto de gigante que ha contribuido decisivamente a atenuar los efectos de la recesión- y son estos exportadores regulares los que concentran casi el 90% del negocio.
No obstante, la cifra total de exportadores es mucho más elevada -el año pasado fueron 7.531 las firmas alicantinas que mantuvieron alguna transacción con el extranjero- debido a la gran cantidad de empresas que, como ya se ha comentado, cada año deciden probar suerte en otros países, sobre todo desde que estalló la crisis y se desplomó la demanda en España. Así, tras varios ejercicios al alza, esta cifra empezó a disminuir el año pasado -un 6,9%-, precisamente, coincidiendo con la mejora de los indicadores de demanda interna, lo que ha mermado el interés de las firmas locales por buscar ventas en otras latitudes.
Aún así, como explica el responsable del área de Internacional de la Cámara de Comercio, Luis Ferrero, aquellas empresas que en este tiempo han logrado consolidar una buena cartera de clientes «van a seguir apostando por la exportación, porque también es una forma de diversificar riesgos». De ahí que sigan aumentando los exportadores regulares, aunque la cifra global empiece a disminuir.
De todos los sectores
Para lo que también han servido estos años es para diversificar el perfil de las empresas alicantinas que se lanzan al exterior, según explica Ferrero. Así, por ejemplo, en el Programa Xpande que gestiona la Cámara han atendido en este tiempo «desde compañías dedicadas a la creación de software hasta fabricantes de extensiones de cabello». Y todo sin olvidar a pequeñas firmas de sectores tradicionalmente ya exportadores, como el calzado, el mármol o el agroalimentario, que también se han animado a dar el paso.
Al respecto, una de las características de los exportadores alicantinos que más sobresale si se analizan los datos del Icex sigue siendo el bajo importe medio de los envíos que realizan al extranjero, en comparación con lo que ocurre en otras partes del país. Así, mientras que el conjunto de los exportadores españoles vendieron una media de 1,7 millones de euros en el exterior, en el caso de la provincia esta cifra se redujo a sólo 717.000 euros por compañía.
Un dato que indica el escaso tamaño del tejido productivo de la provincia pero, también, como apunta Luis Ferrero, la ausencia de industrias de bienes de gran valor, como sería el caso de la automoción o la aeronáutica, que disparan la media de otras provincias. De hecho, en todo Alicante sólo hay 179 sociedades que exportan más de cinco millones de euros anuales y ninguna de ella logra supera la barrera de los 50 millones.
Por destinos, la UE todavía concentra dos tercios de todas las ventas de las firmas alicantinas en el exterior, aunque ganan peso destinos como Estados Unidos -donde la devaluación del euro ha contribuido a ganar competitividad- y también el norte de África.
