Los servicios públicos de empleo nunca han destacado en España por su eficacia a la hora de encontrar trabajo a los desocupados, pero en el caso de Alicante las cifras que presenta el Servef resultan especialmente sangrantes. De acuerdo con los datos oficiales del Ministerio de Empleo, el organismo autonómico apenas participó el año pasado en el 0,85% de las contrataciones registradas en la provincia, una cifra que los sindicatos no dudan en calificar de «insignificante» y de «ridícula» y eso a pesar de que la reforma del servicio impulsada por Máximo Buch -que ha sacado a los técnicos a la calle en busca de ofertas de empleo- permitió mejorar algo los datos del ejercicio anterior, cuando el Servef sólo intermedió en el 0,60% de las colocaciones.
En cualquier caso, se trata de un porcentaje inferior al ya de por sí exiguo 2,2% que consiguen el conjunto de servicios de empleo público en todo el país, y también menor al 1,5% de la media de la Comunidad Valenciana. En cifras absolutas, esto significa que el Servef sólo consiguió para sus usuarios 4.587 contratos de un total de 537.251 que se firmaron el año pasado en Alicante, de acuerdo con los datos del Ministerio de Empleo, de los que una inmensa mayoría - 4.411- se gestionaron a través de su web (www.gvajobs.es), según consta en la memoria que acaba de publicar este organismo.
«Un milagro»
Con estos números no es de extrañar que el secretario general de UGT en l'Alacantí, Óscar Llopis, asegure que encontrar trabajo a través del Servef es, a día de hoy, «un milagro» y que reclame un incremento de su plantilla, frente a lo que ha ocurrido durante estos años de crisis. «A la gran mayoría de parados no se les llama para trabajar ni les conceden entrevistas a través de las oficinas de empleo», apunta el sindicalista, que añade que «la administración se ha gastado muchos recursos pero no han dado los frutos necesarios».
Así, recuerda que, de media, en Europa cada funcionario atiende a 59 desocupados mientras que en España la cifra es de 189 parados por cada empleado público, lo que resta eficacia al servicio. Ante esta situación, UGT reclama que los agentes sociales y las administraciones locales participen en la gestión del Servef y que se cree la figura del «agente de empleo».
Igualmente, la secretaria general de CC OO en l'Alacantí, Consuelo Navarro, denuncia que en los últimos años la Generalitat «ha realizado una dejación de sus funciones y ha optado por externalizar la mediación laboral, potenciando el papel de las ETT y de las agencias privadas de colocación, mientras recortaba personal». «Es una decisión política muy clara y que esperamos que el futuro gobierno autonómico empiece a revertir», apunta Navarro.
Por su parte, desde el Servef reconocen que la cifra de colocaciones que consiguen es «baja» pero la encuadran en la media del resto de servicios públicos de empleo españoles y en la falta de costumbre de las empresas locales de remitir sus ofertas a los mismos. No obstante, aseguran que los cambios introducidos a mediados del año pasado persiguen, precisamente, mejorar el papel del organismo como agencia de colocación. Así, entre otras medidas, se ha reducido hasta un 60% la carga administrativa de los empleados del Servef para destinar más técnicos a la prospección de mercado en busca de ofertas de trabajo, y se ha establecido un plan de visitas a empresas, que en el caso de Alicante ha supuesto contactar con casi 650 compañías. También se ha creado un servicio especial para atraer a las grandes empresas. Aseguran que los resultados ya se empiezan a notar, aunque las cifras el año pasado apenas lo reflejen.
