Cuatro millones de dólares por la gestión de hoteles a una empresa que por no tener, hasta de empleados carecía. Un pago que se materializó con el consentimiento de los exdirectivos de la CAM Roberto López Abad y Daniel Gil y que supuso el desembolso de esa cantidad por parte de Valfensal, el grupo formado en un 30% por la CAM y en el 70% restante por los empresarios de Benidorm Juan Ferri y José Baldó para la explotación hotelera en el Caribe.
Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado la Unidad Central de Operativa (UCO) de la Guardia Civil en un informe del que este diario viene dando cuenta desde el domingo, que constata la complicidad de los exdirectivos de la CAM con los empresarios en el saqueo de la entidad y que fue remitido hace unos días al juzgado de la Audiencia Nacional que dirige el magistrado Javier Gómez Bermúdez, instructor de la causa abierta por los negocios hoteleros de la caja. Un proceso en el que tanto Ferri y Baldó como los exaltos ejecutivos de la CAM están imputados.
Los investigadores sostienen que los empresarios, a través de una sociedad instrumental denominada Seabrezee, «habrían conseguido apropiarse de una considerable suma económica (que cifran en unos cuatro millones del dólares) en concepto de facturación por la gestión de los hoteles del Grupo Valfensal con el consentimiento de los exdirectivos de la CAM Roberto López Abad y Daniel Gil». A juicio de esta unidad de la Guardia Civil «resulta llamativo que siete años después de la adquisición de las sociedades Valfensal S. L., Bencos Holding BV y Jacksonport» los empresarios Ferri y Baldó aprobasen, contando con el consentimiento de los representantes de la CAM en el consejo de administración de Valfensal, la firma de un contrato de «gestión, administración, explotación y comercialización hotelera en exclusiva» con la mercantil Seabrezee por el que esta sociedad pasó a gestionar los «hoteles presentes y futuros del grupo Valfensal» pese a que en las cuentas anuales de la sociedad correspondientes a 2011 se señala que «carece de empleados» y, concluyen, de aparente estructura y actividad.
Una vez constatada la ausencia de empleados en Seabrezee, los agentes pidieron a la Seguridad Social el personal con que contaba Valfensal desde que fue constituida pudiendo afirmar que es esta mercantil «la que asumía el pago de las nóminas de forma indefinida de los empleados que realmente llevaban a cabo la gestión de la actividad hotelera del grupo Valfensal». Se citan a cinco personas, algunas de las ellas imputadas también en este proceso. La UCO cierra este apartado señalando que esta circunstancia «unido a la ausencia de estructura operativa que poseía la sociedad Seabrezze nos permite afimar que ambos empresarios, a través de una facturación ficticia, obtuvieron un efectivo reparto de dividendos implícitos, reparto del que la sociedad TIP (la filial inmobiliaria de la CAM controlada por López Abad y Gil con la que la caja se alió con Ferri y Baldó para lanzarse a la aventura hotelera al otro lado del Atlántico) no pudo beneficiarse».
