OtraDanza cumple en 2017 diez años en escena y lo va a celebrar como corresponde: bailando y con obra nueva. El próximo 21 de enero la compañía estrenará en el Gran Teatro de Elche el espectáculo Sacra, una revisión de una de las primeras piezas coreográficas de su directora, la ilicitana Asun Noales, que ahora se reconstruye y se «re-crea» tras diez años de continuo aprendizaje.

«Sacra es un espacio de vida, una revisión de un espectáculo que creé hace mucho tiempo (en 2003) y que habla del ciclo de la vida de una persona, desde que nace hasta que muere. Para mí esa pieza estaba muy unida al ciclo natural de la compañía y quería cerrarlo con ella para emprender otro nuevo, desde el inicio. Me parecía muy interesante volver a él ahora, desde la madurez», explica la responsable de la formación antes de los ensayos, que el próximo viernes presentarán ante un público reducido en un work in progress, de pase privado, para comprobar «qué ve el público y qué le emociona».

Y es que Asun Noales no entiende la danza sin la emoción porque «bailo desde la piel, desde lo que me ruboriza hasta lo que me estremece. No me gusta un baile que solo muestre la técnica o el virtuosismo, aunque lo tenga, sino que sea una caricia», apunta Noales, que avanza que la nueva coreografía apenas tendrá un recuerdo de esa primera Sacra de hace 13 años.

«Ahora te ves más profunda en tus ideas, pero también estás mayor y con menos energía. Como decía Morente sobre el cante, ahora bailo como me hubiera gustado hacerlo hace diez años», ríe.

Esta vez ha querido hacerlo con todos los bailarines de la compañía, que contiene a dos generaciones de profesionales, desde el más joven de 23 años hasta ella, con 44. «Aquí bailamos todos: Saray Huertas, que lleva conmigo estos diez años, Carmela García, que entró en 2009; Sebastián Rowinsky, en 2010; Salvador Rocher se incorporó en 2011 y Diana Huertas, en 2015, además de las dos alumnas becadas Elena Sánchez y Carmen Rodríguez».

«Ahora hay otra dinámica, otro ritmo, pero no deja de ser una celebración de estos diez años», asegura Noales sobre esta producción en la que vuelve a contar con Juanjo Llorens en la iluminación y otra docena de personas, como Francisco Sarabia en la música y la documentación o con arquitectos para la escenografía.

El espectáculo combina las palabras sacra y sacro, lo sagrado, las creencias, y ese hueso que permite el movimiento del cuerpo y que confiere el carácter efímero a la danza. Sacra es una sucesión de fenómenos naturales que se superponen a la existencia humana limitada por la muerte, donde lo sagrado se une al cuerpo como vehículo para alcanzar lo trascendente. Y en esta obra la música sacra se encuentra con las coplas sefardíes, los romances, la nana, el canto popular, la música sufí o la saeta.

En esta década de producción la compañía ha puesto en escena 17 espectáculos, desde los primeros Orillas Tierra o Back -reconocido con numerosos premios- hasta los recientes Polvo, Clandestino, Premio Estruch a la Mejor Producción de la Comunidad Valenciana, o Rito, en colaboración con la artista Susana Guerrero.

«Celebramos diez años con los pies en la tierra. Hemos pasado una crisis económica grande y ahora vivimos un momento muy dulce con muchos proyectos en marcha y en mente», explica la directora de OtraDanza, que considera que en este tiempo el trabajo ha «crecido y madurado» manteniendo un sello de calidad. «Me gusta cuidar todos los elementos de la escena porque todo tiene su importancia. Me gusta hacer lo que me gusta ver y que todo esté impecable», aclara, y reconoce que también se arriesga ahora más en sus coreografías, «te haces valiente, confías más en tus propuestas, en tu vocabulario, en tu lenguaje», y se desmelena de vez en cuando, como con Clandestino, «más divertido y fresco, con una parte teatral para los personajes».

Noales no sabe qué habría sido de su compañía fuera de Elche, «es difícil de calibrar porque las grandes cosas suceden en las grandes ciudades, pero creo que nuestra compañía está hoy muy bien posicionada y es respetada, dentro y fuera de aquí», apunta, tras añadir que en estos últimos años «he intentado convertir la compañía en estable y lo he conseguido. Somos de los pocos que damos trabajo a los bailarines durante nueve meses al año y ya no somos unos bichos raros».

Tras su estreno, Sacra se llevará a La Nucía y a Murcia y recalará en Valencia y Alicante a finales del próximo año.