Manga, anime, otaku, shojo, jeddies, trekkies, geeks, gamers, fanboys...Es la jerga que se habla en el rincón de Alicante donde se dan cita los aficionados al cómic y las animaciones japonesas, a las historietas americanas de superhéroes, a las minisagas europeas, a los recopilatorios de historias antiguas, a las miniaturas, gadgets y figuras como las «Pop», más modernas, o las clásicas de «Dragon Ball y «Caballeros del Zodiaco. Tan valiosas algunas que pertenecen a colecciones limitadas y únicas en el mundo cuyo valor se acerca a los 2.000 euros. Todo un universo que existe en Alicante gracias a una serie de establecimientos que cada vez afloran en mayor número en la calle Serrano, entre la avenida de la Diputación y Maisonnave, y en vías próximas. Es un foco de negocio distinto, al estilo de la manzana de tiendas fantásticas de Barcelona o de las que se agrupan en Latina, Malasaña o el Barrio de las Letras en Madrid, que tiene su Día del Orgullo Friki, como se autodenominan muchos de los aficionados a este tipo de artículos.
«Friki»: término coloquial para referirse a personas cuyas aficiones, comportamiento o vestuario son inusuales. En castellano la palabra ha adquirido un significado algo peyorativo, alejándose del original, el término anglosajón «freaky», que define a personas extravagantes, diferentes y creativas. Así lo entienden los alicantinos orgullosos de ser fans del otaku, que engloba la cultura de los dibujos manga y lasmanga películas anime, quienes han hallado su templo en media docena de establecimientos agrupados en pocos metros donde también se puede encontrar todo el merchandising relacionado con estas series, desde camisetas a zapatillas de casa, mochilas, alfombras, ropa y hasta comida y bebida japonesa. Pero también es el rincón de los amantes del cómic americano de superhéroes y de los recopilatorios de relatos clásicos. «Es un recorrido en el que hay mucho movimiento. Conocemos a los clientes, que vienen a menudo. Aunque sea un mundo similar, cada establecimiento tiene su mercado», explica Raúl Medina, propietario de GoodGame, tienda especializada en videojuegos retro y actuales, con precios económicos y de segunda mano, tanto de superhéroes americanos como manga, donde hay juegos antiguos de Super Nintendo o Mega Drive y actuales para la XBoss o la Play. Y personajes de Marvel o DC como Superman o Batman, y videojuegos manga.
En este negocio que lleva dos años abierto abundan las figuras relacionadas con la animación japonesa (anime). «Por aquí pasa tanto público apasionado como cualquiera que viene a buscar un regalo para una persona friki». En este lugar de la ruta «fandom», hay figuras exclusivas como un busto «Zombie Mysterio», de Marvel, del que sólo hay 560 unidades en el mundo. Cuesta 130 euros y en esta tienda de Alicante se vende la número 202. Otra pieza exclusiva es una figura de «The Amazing Spiderman»: sólo hay 750 unidades en el mundo.
El centro neurálgico de la ruta es Ateneo Cómics, con 13 años en Serrano. Las ilustraciones de todo tipo se agrupan en sus estanterías. «Hay público para manga, para cómic americano pues esta palabra fue importada de Estados Unidos, y para historias europeas, incluido el tebeo español». Fernando Ruzafa, encargado, cuenta que los superhéroes tienen éxito entre púbico de todas las edades y el manga más entre los jóvenes. «Dragon Ball» entre los chicos «porque son samurais» y el sh?jo entre las chicas, «pues es más romántico, del día a día, y le gusta más al público femenino».
«¿Qué cómo nace la afición al cómic? Tiene que ser algo desde pequeño. Uno no llega a la tienda con 15 años y se aficiona.Es algo que tiene que venir desde niños. De padres que cuentan historias para dormir y no dormir, que leen cuentos a sus hijos y les regalan cómics. Es desde bien pequeños que se siente esa curiosidad por el mundo de fantasía», dice Ruzafa. La amplia oferta de cómics de superhéroes, manga y de todo tipo la apoyan con variedad de videojuegos, y con un artículo que casi se ha equiparado en ventas esta Navidad: los juegos de tablero como «Cthulhu Wars», en los que pueden participar varias personas durante días, o «Catán», un juego de colonos que ha vendido más de 20 millones de unidades a nivel mundial. Algunos cuestan 200 euros porque incluyen figuritas de modelista. A esto suman literatura de fantasía, ciencia ficción y terror, y joyas de coleccionista.
Sólo hay que cruzar a la acera opuesta de Serrano para encontrar Comix City, llena de cómics ordenados por calles -Japón, USA o Europa-, y con estanterías repletas de muñecas «Pop» y juegos de mesa. «Tenemos cómic americano, europeo y manga, que se vende muchísimo. Como las minisagas y los tomos integrales recopilatorios de series antiguas, para los que la gente espera años. Todo nuevo porque segunda mano sólo vendemos por internet», explica Mari Carmen Riquelme. Es la encargada de un establecimiento que lleva cinco años en Serrano y que antes estuvo más de 30 en Médico Pascual Pérez.
Reciben en Comix City a público de todas las edades. A los mayores les gustan las historias europeas, de autores franceses, italianos, alemanes y españoles, como «Harry Potter», «Khaal» o «13 Rue del Percebe». A los jóvenes, y cada vez más a chicas, les va más el americano. Y el manga arrasa y atrae a los jóvenes a la lectura. Después se pasan a los autores de superhéroes americanos y europeos, y de ahí, a la novela, aseguran. «Es la única forma de hacerles leer. Una vez que empiezan, buscan autores y lecturas que no son nada sencillas, que se alejan de la acción. Los chavales se enganchan y se convierten en lectores, sobre todo chicas que no leían nada. El manga crea una generación nueva de lectores». A la pregunta de si hay negocio para todos, Mari Carmen Riquelme responde que aún se nota la crisis. Y destaca la buena relación entre los distintos comercios, mandándose clientes entre sí.
La más reciente es Kurogami, que abrió en diciembre, especializada en merchandasing de series para diferenciarse de los demás negocios. Tiene camisetas, alfombras, camisetas, peluches, carteras, tazas y todo lo relacionado con los superhéroes. Hasta máscaras para Carnaval. Y una amplia gama de animes japoneses, como «Dragon Ball», «Sakura» y «Los Caballeros del Zodiaco», serie de los 80, explica la empleada Jessica Yáñez. «La idea es crear un foco de negocio distinto. Barcelona tiene una manzana entera de tiendas así», señala. En Alicante empieza a consolidarse, sumando locales como Black Market, en la esquina de la avenida de la Estación, con ropa más radical; Cinema Paradiso, con figuras, ropa y máscaras de superhéroes dentro del centro comercial Fnac Bulevar, y hasta con Fricking, tienda de la calle Alemania, que comercializa camisetas y accesorios con ilustraciones de los mejores dibujantes.
