En las tiendas de cómics hay espacio también para los coleccionistas que buscan lo retro. En el almacén de Ateneo Cómics tienen obras de los años 30 y 40, auténticas joyas, como explica Fernando Ruzafa, encargado del establecimiento. Entre ellas, una colección de «El guerrero del antifaz», de 1943. Mientras enseña un capítulo, el número 10, que en su día costaba 1,25 pesetas, añade que vendieron una colección entera, encuadernada en ocho tomos y con los 668 cuadernos que la componían (fue una de las de mayor duración del cómic español), por 1.200 euros. «Hay gente que los vende por internet a 3.000 euros. Nosotros vendemos online a través de un portal porque estamos pendientes de informatizar la tienda». «El capitán trueno», «Roberto Alcázar y Pedrín» y «Zarpa de Acero», serie de superhéroes británica de los años 60 y 70, son otras de las que venden capítulos. Según los empleados de este establecimiento, los superhéroes y el manga están consiguiendo que el mundo del cómic no muera, y que por el contrario se afiance con películas que luego ayudan a tener interés por los libros y las ilustraciones, o por series como «The walking dead».

Y algo que arrasa son las figuras «Pop», inacabables. Hay miles, de todo tipo de personajes, desde Cenicienta a Superman y Daenerys Targaryen, de «Juego de Tronos».