«El día que vea que somos un obstáculo, me iré a mi despacho de abogados». Así se expresó hace apenas unos meses, en el segundo aniversario del tripartito. ¿Sigue sin creer que es un obstáculo para la tripartitociudad de Alicante?
Me ratifico. Me iré el día que vea que mi figura o el PSOE no aporta nada a esta ciudad, ahora somos un obstáculo para que vuelva el PP.
No hablo de futuribles. Una frase que me encanta: «Hablaremos de ese puente cuando lleguemos a ese río». No hablo de futuribles.
El código ético del PSOE marca la dimisión en la apertura de juicio oral.
Los estatutos son los que son. Ángel Luna llegó a juicio y lo ganó, era falso lo que le imputaban.
Entonces, ¿se puede dar la situación de que le abran juicio oral y decida seguir en la Alcaldía?
Juego un partido en el que conozco las reglas. Ya hablaremos de las situaciones según lleguen.
¿Se siente respaldado por el PSPV
Sí, totalmente. Sin fisuras.
¿Pero le apoyan por convencimiento o porque no saben encontrar una salida a su situación?
Si hubiera la más mínima sombra de sospecha de un comportamiento corrupto, Ximo Puig hubiera descolgado el teléfono y hubiera dicho: «Gaby, déjalo». Estoy convencido porque lo conozco perfectamente y conozco la integridad, honorabilidad y honradez del presidente de la Generalitat. Yo hablé con él hace tiempo, sabe perfectamente todo lo que ha ocurrido, está al tanto de todo y hay un apoyo que agradezco. Demuestra la madurez y sensatez de un partido político.
¿Puig le ha recordado que, si se produce la apertura de juicio oral, debe abandonar la Alcaldía?
No, no, no hemos hablado de eso. Hemos hablado de la situación que hay ahora y de una cuestión que no es corrupción, que nadie se ha llevado ni un solo euro, que no se ha perjudicado a nadie porque no hay ni una sola empresa que se haya personado como perjudicada. Y quiero recordar, que no está mal recordarlo, que el propio Miguel Ángel Pavón decía que la prevaricación no es corrupción. Y también decía que si le imputasen por prevaricación no dimitiría. Tengo muy claro que no hemos incumplido el pacto de gobierno, porque habla de temas de corrupción o de violencia de género. Y por eso defendí, porque me lo creía, cuando teníamos a una concejala [en referencia a Marisol Moreno, de Guanyar] que decía que no veía mal tirar una bomba en la Plaza de Toros de Alicante. Ella fue imputada, procesada, juzgada y condenada siendo concejala, pero no era violencia de género ni tampoco corrupción. La defendí en un pleno y lo volvería a hacer. Otros tienen que explicar por qué ahora no son las reglas del juego iguales para todos.
¿Se ve capaz de aguantar como alcalde de Alicante siendo a diario el blanco de todas las críticas?
Sí, sin duda. Cuando flaqueo, lo que hago es estudiar. Y estudio y veo que no hay absolutamente nada, aunque me ponga en la postura de la acusación más dura. En primer lugar, no hay fraccionamiento y así lo dicen dos letrados del Ayuntamiento con cincuenta años de experiencia entre los dos. y lo dijeron ante el juez. Si hubiera fraccionamiento, no tendría relevancia penal porque no todas las irregularidades administrativas son penales, el Supremo dice que solamente las disparatadas. Y si tuviera relevancia penal, no soy el autor porque no había intención previa, yo conocí el asunto cuando me lo explicaron el interventor y el jefe de servicio en marzo [las facturas son de finales del año anterior]. Por eso tengo esa triple tranquilidad.
El interventor municipal sí que sostiene que nunca, en treinta años, había visto una caso igual en el Ayuntamiento...
Yo creo que se refería a otras cuestiones y no al fraccionamiento. El interventor dice que no se ha malversado ni un solo euro y todo se ha hecho a precio de mercado. Esa es la demostración más clara de que aquí nadie se ha llevado nada. Y si hubiera delito, el interventor tiene la obligación legal de ir al juzgado o a Fiscalía. Él mismo dijo que era una cuestión administrativa. ¿Que no ha visto nada igual en treinta años? Yo no sé lo que ha visto aquí o dejado de ver. Estamos pasándolo mal, pero con la tranquilidad que nos da la fuerza de la razón, aunque a veces flaqueamos.
Todos los grupos de la actual oposición le acusan de atrincherarse en la Alcaldía con solo 6 de 29 concejales. ¿Se siente legitimado para dirigir este gobierno?
Totalmente, me siento legitimado para ser alcalde como la oposición está legitimada para hacer una moción de censura. Otra cosa es que con seis concejales la carga de trabajo va a ser superior. Pero no hay que olvidar que nosotros no hemos abandonado el gobierno.
¿Se puede gobernar Alicante, una ciudad de más de 330.000 habitantes, con seis concejales?
Estoy convencido de que se puede gobernar y vamos a demostrar mayor agilidad en el gobierno. La gente verá resultados muy rápido.
Comentaba las «reglas del juego» puestas entre «todos», una alusión a las «líneas rojas». Usted ha pedido la dimisión de Sonia Castedo
Son cuestiones distintas.
Bueno, la de Llorens es similar.
La de Sonia Castedo es una cuestión complicada, con una investigación muy larga. Ya lo dije: si es inocente que la absuelvan y si es culpable que tenga toda la suerte del mundo en su defensa, no le deseo ningún mal. Nerea Belmonte dio contratos a sus amigos de lista con una sociedad creada después de ser concejala, eso es bastante rechazable. ¿Y el caso de Andrés Llorens? Una cosa es ver los toros desde la barrera y otra cosa es torear.
¿Se arrepiente, entonces, de sus palabras contra Llorens?
Sin conocer en profundidad el asunto, se hicieron manifestaciones de las que somos culpables.
Tras la ruptura definitiva del gobierno, usted ha dicho que no volverá a gobernar con Guanyar. Pero, ¿este mandato o nunca?
No se lo plantea el PSOE, no Gabriel Echávarri. Si soy candidato, que no lo sé, si tengo capacidad de influencia, que no lo sé, pero lo que sí sé es que seré militante del PSOE pase lo que pase, defenderé que mi partido no vuelva a formar gobierno ni con Podemos, ni con Guanyar ni con EU si siguen los dirigentes actuales. Y hablo de formar gobierno: si el PSOE es la lista más votada de la izquierda, yo propondré que no formen parte del gobierno; si la lista más votada de la izquierda es alguna de esa confluencia, propondré que el PSOE la apoye, pero que no entre en el gobierno. Que quede claro: el PSOE no va a gobernar de aquí a 2019 con ellos y yo defenderé, desde primera línea o desde la última, que no se puede volver a formar un gobierno con ellos. ¿Por qué? Porque no ha funcionado, no podemos repetir errores.
¿Y por qué no ha funcionado?
Por un cúmulo de circunstancias de las que todos somos responsables. Aquí ha habido compartimentos estanco desde el principio y falta de comunicación. Todos somos responsables. Y encima la ciudad no funcionaba.
¿Y con Compromís, se plantean volver a gobernar con ellos?
Compromís tiene las puertas abiertas, mañana mismo si quieren. Cuando archiven, si archivan; cuando no archiven, si no archivan. La relación con Compromís ha sido de otra forma y las concejalías de Compromís funcionaban.
¿Para qué firmaron con Compromís ese «pacto de refundación» que, a las primeras de cambio, en días, saltó por los aires?
Era un pacto interpretable, pero había algo que no era interpretable: que la situación se vería el 31 de diciembre. Nosotros creemos que había que esperar a esa fecha.
Desde esta semana hay un nuevo reparto de competencias en el gobierno municipal. ¿Cuáles serán ahora sus prioridades?
Lo primero, Urbanismo. Ya he estado reunido con personal de Urbanismo, con el jefe de servicio del Plan General, que me ha dicho que el PGOU no estará hasta el año 2020. Por tanto, ahí ya hemos fallado, todos. Yo era el primero que decía que íbamos a tener el Plan General Estructural este mandato y ya no llegamos. Se empezó a trabajar en el PGOU el pasado mes de junio, cuando acabó el proceso del Catálogo. Debimos empezar dos años antes, en junio de 2015. Ya no llegamos, y ya es un fracaso. Sólo por eso, el mandato ya ha fracasado en materia urbanística, porque es una cuestión importantísima.
Pavón, el anterior concejal de Urbanismo, le critica por la falta de personal en su concejalía...
La falta de personal es endémica en el Ayuntamiento. De todos modos, las concejalías funcionaban y sacaban cosas: Educación no tenía personal y ha ido fantásticamente, al igual que la Agencia Local de Desarrollo o Coordinación de Proyectos, y hablo de concejalías que no son del PSOE. Volviendo al Urbanismo, tenemos 207 licencias de obra mayor, pedidas desde el 2015, sin sacar adelante. Hay un atasco en Urbanismo, y no lo digo para atacar a nadie, lo digo porque yo tenía atasco en Alcaldía de gente que venía a quejarse del atasco de Urbanismo. Vamos a hacer un plan de choque para que en el plazo de 60 días todas esas licencias estén firmadas y en funcionamiento. Esas licencias suponen unos 70 millones de euros de movimiento en la ciudad y unos 4 millones de euros de impuestos. Y no tienen culpa los funcionarios, que me han dicho que los tiempos los marcaban los políticos. Y pongo otro ejemplo del que Pavón se vanagloria en los plenos. «Sprinter lo he firmado yo», presume. A los de Sprinter los tuve que recibir yo, aquí, en Alcaldía, desesperados me dijeron que se iban de la ciudad porque nadie les contestaba. Tuvimos que hacer llamadas para evitar la fuga de esa empresa a funcionarios de Urbanismo, que nos contestaban con miedo. Había miedo en esa concejalía.
Pavón le acusa de «boicotear» Urbanismo. ¿Qué hay de cierto?
Yo tengo cientos de correos electrónicos preocupándome y llamadas preguntando... Yo le ofrecí horas extra a los funcionarios. Me he preocupado de Urbanismo. Y, por cierto, la decisión de intervenir Urbanismo estaba tomada al margen de mi situación, y estaba tomada de acuerdo con Compromís. Yo no tenía una filia con Urbanismo, pero había un problema para la ciudad.
Ya sin Pavón en el gobierno municipal, ¿se plantea intentar reactivar los contactos con Ikea
[Silencio] Sí
¿Una reunión, contactos...?
Sí.
¿Ahí se queda? ¿Sin detalles?
Sí.
Urbanismo ahora pasa a manos de Eva Montesinos
El reparto se ha hecho por conocimiento y afinidades.
Hablando de limpieza. Pavón se negó en rotundo a pagar más a la contrata, pese al frente que hizo usted con Compromís. ¿Volverá a retomar ese plan para mejorar la limpieza de la ciudad?
La limpieza es principal junto a Urbanismo, se abordará de forma inmediata. La ciudad está sucia.
Otro asunto capital son los presupuestos del próximo año. ¿Sigue sin plantearse una cuestión de confianza si no logra apoyos?
Vamos a negociar con todos los grupos. Entiendo que tendremos el voto favorable de los grupos que formaban parte del gobierno, al ser también un presupuesto de ellos. No entendería otra cosa desde el punto de vista de la coherencia. Y luego, a negociar con PP, Ciudadanos y los dos ediles no adscritos.
En el nuevo reparto de competencias, usted se desprendió de Fiestas. Hace unos meses hizo lo mismo con Comercio. ¿Se arrepiente de haber asumido esas competencias siendo alcalde?
No, en ningún caso. Fueron decisiones que tomé convencido.
Y mirando hacia atrás. ¿Está satisfecho con este mandato?
Haremos la evaluación al final del mandato...
Si hoy hubiera elecciones, ¿la izquierda conservaría la mayoría absoluta que logró en las urnas?
Estoy convencido. Según los últimos sondeos, el PSOE subiría en votos, Compromís se mantiene y junto a Podemos/EU/Guanyar seguiríamos sumando quince. El PP sube, pero Cs se desploma. Sigue habiendo una mayoría de izquierdas en la ciudad y lo noto en la calle.
Pese a que emplace el balance al final del mandato, ¿no cree que ha sido una oportunidad perdida para la izquierda con tanto ruido durante estos dos años y medio?
Fácil no era, y menos con la situación que nos encontramos en el Ayuntamiento de Alicante. Además, éramos un gobierno compuesto por partidos que veníamos de pegarnos palos entre nosotros. Nacíamos de la desconfianza...
Bueno, eso no ha cambiado...
Recuerdo un debate a pocos días de las elecciones en el que Pavón dijo que no se fiaba de mí. Esa desconfianza estaba ahí, y era mutua. ¿Oportunidad perdida? Nos hubiera gustado hacer más cosas y más rápido, pero hemos hecho mucho.
Ha habido mucho más ruido...
Lo reconozco, aunque hoy Alicante es una ciudad mejor para vivir que hace cinco años.
Tanto Pavón como Bellido coinciden al señalar su carácter como el elemento que ha imposibilitado la buena convivencia interna del tripartito. ¿Lo admite?
Yo tengo mi cuota de responsabilidad, pero aquí todos lo somos.
Pavón, que ha sido el más crítico, le acusa de no tener «cintura política». ¿También es común?
[Piensa] A los tres meses de ser alcalde, el coordinador local de EU me llamaba «indecente» e «indigno». ¿Y si el secretario general del PSOE le dijera lo mismo a Pavón? Yo he visto al vicealcalde manifestándose contra políticas municipales. Creo que he tenido mucha cintura con Pavón, mucha más cintura de la que muchos me presuponían.
Para Bellido, Guanyar es mejor en la oposición que en el gobierno. ¿Usted lo comparte también?
Dije hace mucho tiempo que Guanyar tenía que creerse que estaba en el gobierno de Alicante. Y así se lo dije a Miguel Ángel Pavón. Yo desde el primer día intenté ser el alcalde de todos, y eso me lo han achacado en multitud de veces.
Si hubiera sabido lo que iba a vivir este mandato, con discusiones entre socios, ruptura del gobierno, imputaciones... ¿se habría presentado a las elecciones?
La respuesta es sí. [Piensa] Es impagable el orgullo de ser el alcalde de la ciudad en la que has nacido y a la que quieres. El orgullo del hijo de un camarero y de una ama de casa que ha llegado a ser alcalde de su ciudad... Merece la pena [con la voz emocionada]. A mí nadie me ha regalado nada en la vida. Y mira, voy a hacer una crítica política: desde Podemos están poniendo en Twitter un «hashtag» que dice #djgabi. ¡Pero si poniendo música me he pagado la carrera de Derecho! ¿Qué pasa, que las políticas de Podemos son para hijos de arquitectos y de abogados? ¿Desprecia a los «disc jockeys»? No me afecta, yo estoy muy orgulloso: viniendo de una familia muy humilde, tengo dos carreras y soy el alcalde de la ciudad de Alicante.
