El presidente autonómico de Covapa, la confederación de padres de alumnos de centros públicos, Ramón López, por mandato de la última asamblea general celebrada recientemente ha decidido sumar esfuerzos con la escuela concertada, e ir juntos a juicio contra el decreto de plurilingüismo. Consideran la normativa «discriminatoria» para los alumnos, por la diferencia de horas que unos y otros impartirán en inglés, valenciano y castellano sin haberlo decidido los padres.

«Queremos hacerlo en común, efectivamente», precisa la presidenta de la confederación autonómica de padres de alumnos de centros concertados, Julia María Llopis. «Ya teníamos previsto presentar el recurso, pero lo haremos unidos porque defendemos las mismas premisas. Para qué recurrirlo por separado, cuando la provisión de un recurso implica tanto dinero», concreta.

Llopis sostiene asimismo que el decreto de plurilingüismo «invade la libertad de elección de los padres, y por eso hay que pelearlo jurídicamente». Y añade igualmente que es «discriminatorio para los alumnos, porque unos obtienen un certificado de lenguas y otros no».

Acreditación

Hasta el momento ya han recurrido el decreto sobre la enseñanza de lenguas, que Educación implanta este próximo curso desde el nivel de Infantil, para los niños de 3 a 5 años, los sindicatos docentes CSI.F y USO, y el PP ha anunciado que lo hará a su vez.

Estos sindicatos hacen hincapié, en sus respectivas demandas, en la citada discriminación porque «los alumnos que cursen el nivel Avanzado, con más asignaturas en valenciano, llegarán a obtener a su vez una certificación de nivel B1 en inglés al concluir el Bachillerato, mientras que aquellos cuyo centro opte por el nivel Básico, con más castellano, no lograrán certificación alguna de inglés».

El presidente autonómico de Covapa, también presidente de la federación provincial de padres «Gabriel Miró», Ramón Lopéz, puntualiza a su vez que «a partir de ahora se llamará a unos alumnos básicos y a otros avanzados o intermedios, en gran medida en función del territorio donde hayan nacido. Creo que este decreto es una locura pedagógica».

Dividir

Explica este representante de los padres, muy contrariado, que el sistema educativo va a dejar a unos alumnos dar más horas de inglés que a otros, «como si fuera un castigo, sin que en ningún caso sea una decisión de las familias mientras no se logre que la representación de los padres en el consejo escolar de centro sea realmente democrática. Lo que hace el plurilingüismo, tal y como se ha concebido desde el Consell, es dividir a una sociedad y romper el orgullo por las dos lenguas cooficiales». Al igual que su homóloga Julia Llopis, López sostiene que el conseller «está actuando de forma dictatorial» y se pregunta irónicamente a qué colegios irán destinados los 5.000 primeros profesores que la Conselleria de Educación va a formar en inglés.

Llopis califica a su vez el plurilingüismo de «chantaje puro y duro a las familias y a los centros, que temen perder aulas en la próxima renovación de conciertos».