La provincia se ha quedado totalmente al margen de las lluvias que en las últimas semanas se han extendido por casi todo el país y queda abocada a una situación de sequía de cara al verano. En amplias zonas de la península Ibérica se vienen produciendo precipitaciones de manera casi continua desde finales de abril, que han provocado alguna crecida significativa en ríos y obligado a realizar desembalses. Sin embargo, en el área mediterránea el agua caída ha sido mucho menor, pese a que el tiempo ha sido también inestable. La zona más afectada por esta situación es el sureste peninsular, así como en menor medida las islas Baleares.

En ningún observatorio de la provincia de Alicante se han recogido 200 litros por metro cuadrado de lluvia en lo que va de año. La mayor cantidad acumulada hasta ayer son los 183,1 litros por metro cuadrado que han caído en Benissili, aldea del municipio de la Vall de Gallinera. También en la Marina Alta, en Parcent, se registran hasta ahora un total de 179,8. Junto con esta comarca, El Comtat es donde más ha llovido, con 170,4 litros en Muro y 156 en l'Orxa. En 60 observatorios alicantinos -todo el centro y sur de la provincia- ni siquiera se han recogido 100 litros por metro cuadrado desde lluvia, según los datos de la red Meteoclimatic.com.

Estas cantidades son especialmente bajas, teniendo en cuenta que en todo el centro del país han caído en general en torno a 300 litros por metro cuadrado, más de 700 en la cornisa cantábrica y más de 1.000 en diversos puntos de Galicia. En cambio, en toda la Comunidad Valenciana sólo se han superado los 200 litros por metro cuadrado en el extremo norte de Castellón, en Morella y otras dos localidades de su entorno. En diez observatorios castellonenses no se han alcanzado tampoco 100 litros por metro cuadrado, así como en 56 de la provincia de Valencia, en 19 de Murcia, en tres del norte de Granada, en los 12 ubicados en Almería y en los cuatro de la isla de Ibiza. En el resto de las Baleares, casi toda Cataluña y el este de Aragón apenas se han rebasado tampoco los 200 litros por metro cuadrado.

El director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), Jorge Olcina, explica que este año se está produciendo lo que se conoce como «sequía surestina», una escasez de lluvias que sólo afecta casi de manera exclusiva a esta zona de la península, mientras que en el resto llueve de manera normal o incluso abundante. El geógrafo señala que la inestabilidad de las últimas semanas viene producida por la formación de «gotas frías» en el Atlántico Norte, que suelen barrer la península Ibérica pero que al Mediterráneo llegan ya muy desgastadas y apenas dejan lluvia. A eso, apunta Olcina, se añade el hecho de que a principios de año se produjo el fenómeno de El Niño, que provocó «el bloqueo de la circulación atmosférica en Europa Occidental» y conllevó una atípica situación anticiclónica.

Estas sequías, tal y como recuerda Olcina, suelen terminar en el otoño con las borrascas de levante habituales por esas fechas. No obstante, recalca, tampoco es seguro que se vayan a producir; en ese caso lo habitual es que la falta de lluvias se prolongue por otros seis meses, hasta la primavera, o por todo un año. El director del Laboratorio de Climatología de la UA comenta que, no obstante, por ahora no se espera que vaya a haber problemas de abastecimiento, aunque sí se podrían ver afectados cultivos de secano como el almendro y la vid, especialmente en zonas del interior que dependen de sus propios acuíferos. En el regadío, el trasvase Tajo-Segura -en cuya cabecera sí ha llovido más-, los pozos y las desaladoras harán la situación más llevadera.