Un cúmulo de factores climatológicos adversos han reducido la cosecha de cerezas de la provincia a la mitad. La prolongada sequía que se viene arrastrando, la falta de frío durante el invierno y las lluvias que han irrumpido justo cuando la fruta ya se encontraba en los árboles propiciarán que la producción apenas pueda alcanzar los cuatro millones de kilos. Estos malos resultados se unen a los registrados ya el año pasado, ejercicio en que también hubo importantes mermas en la cosecha.

Tal y como informó este diario, el sector provincial de la cereza asistía a principios del mes de abril al inicio de la floración en un ambiente de total incertidumbre. Las previsiones en cuanto a la producción eran en aquellos momentos una incógnita, toda vez que había que esperar a ver la respuesta de los árboles tras un año marcado por la sequía y también por la falta de frío en invierno. Eran éstos factores que jugaban en contra, y que lamentablemente han acabado teniendo una incidencia más que negativa.

De acuerdo con la información facilitada, la cosecha ha quedado reducida a la mitad, con lo que apenas se podrán alcanzar los cuatro millones de kilos. Según explicaba el presidente de la Denominación de Origen Cerezas Montaña de Alicante, Hilario Calabuig, «la sequía se ha dejado notar, así como la falta de frío, dado que los árboles no han podido descansar como es debido».

El descenso en la producción está repartido de forma irregular, de manera que las principales afecciones se darán en los terrenos de secano, situados en las zonas productoras de l'Alcoià y El Comtat, así como en los valles de Gallinera, Alcalà, Ebo y Laguar. En la zona del Vinalopó las afecciones no serán tan notables, dado que muchas de las plantaciones cuentan con sistemas de riego y han podido combatir la sequía, al menos en parte.

Paradójicamente, las lluvias han empezado a llegar justo cuando no debían, dado que son el principal enemigo de las cerezas cuando éstas ya se encuentran en el árbol. Las precipitaciones propician que se agrieten, dejándolas inservibles para la comercialización. De hecho, esta semana ya se han empezado a registrar daños por este motivo.

La caída de la producción se unirá a la registrada ya el año pasado, cuando también la sequía y el fuerte calor durante la recolección redujeron la cosecha un 70%.

Guardia Civil

La Guardia Civil ha movilizado un amplio dispositivo formado por 150 agentes con el objetivo de evitar los robos de cerezas en los campos. Tal y como se informó esta misma semana en una reunión celebrada en Planes con alcaldes y agricultores, habrá patrullas por los campos de cultivo y también en las carreteras, así como inspecciones a mercados y almacenes.