La Diputación Provincial de Alicante y el Ayuntamiento de Benidorm han hecho frente común con el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa y las comunidades de regantes contra la apertura de las presas de Guadalest y Amadorio acordada hace dos semanas por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y que dio como resultado el vertido de cerca de 20.000 metros cúbicos de agua potable al mar, a pesar de que la comarca se encuentra en estado de alerta por sequía. Como ya avanzó el sábado este diario, el órgano de cuenca procedió de manera unilateral al desembalse de agua durante cuatro días, para crear de forma artificial caudales ecológicos en los ríos rambla de ambos embalses, sin tener en cuenta la actual escasez de recursos y cuando desde el Consorcio se ha solicitado el trasvase de emergencia de 5 hectómetros cúbicos a la comarca para poder beber este verano.

El presidente de la administración provincial, que también preside el Consorcio de Aguas comarcal, César Sánchez, ha remitido una carta a la dirigente de la CHJ, María Ángeles Ureña, exigiéndole el cese del desembalse y la aplicación de exenciones en la creación de caudales ecológicos en las torrenteras de ambos embalses, como estableció el Plan hidrológico de Cuenca 2015-2021 de este organismo. Así lo confirmó ayer el diputado provincial de Aguas, Francisco Saez, que en una visita a Benidorm calificó de «sinsentido» la decisión del Júcar: «No tiene sentido que se vierta el agua que necesita la Marina Baixa, que recientemente ha pedido cinco hectómetros cúbicos para garantizar el suministro. Y menos aún en dos cauces que están históricamente secos y cuyos caudales acaban directamente tirándose al mar», manifestó Saez. El diputado destacó que el propio Plan de Cuenca establece excepciones al aporte de caudales ecológicos en momentos de sequía, por lo que exigió a la CHJ que no se produzcan nuevos desembalses hasta que la comarca deje de estar en alerta.

En la misma línea, el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, fue tajante al afirmar que, aunque el suministro está garantizado hasta final de año, «el agua no sobra y estamos haciendo fuertes inversiones para que nos abastezcan por medio de trasvases». En concreto, cerca de 3 millones de euros que costará la llegada de agua del Taibilla solicitada para este verano, que se suman a los más de 2,5 millones que costó el trasvase que ya se solicitó en 2015. Por ello, pidió al Júcar «sentido común, porque lo que debe primar por encima de todo es el consumo humano y, después, todo lo demás».

Ambos representantes dijeron confiar en que la carta remitida desde la Diputación a Ureña, junto a las quejas que tienen previsto presentar también el Consorcio y los regantes, «surtan efecto». Aunque avanzaron que, en caso de no obtener respuesta por parte de la CHJ, procederán a tomar «otra serie de acciones», que aún no han querido avanzar.