Manuel Cuesta no se puede creer que seis días después de recibir la llamada del hospital diciendo que había un donante compatible esté ya en su casa, con un hígado nuevo y haciendo una vida prácticamente normal. Así se lo transmitía el pasado miércoles durante una consulta de seguimiento a los médicos que le operaron en el Hospital General de Alicante, un centro que acaba de alcanzar el centenar de trasplantes hepáticos en los casi tres años que lleva funcionando la unidad.
Tres años en los que se han superado muchas expectativas. «La lista de espera actualmente para acceder a un trasplante de hígado se sitúa en tres meses, por debajo de la media nacional», explica Félix Lluís, jefe del servicio de Cirugía General del Hospital General. Además, desde el primer trasplante se instauró un mecanismo de vía rápida para reducir las estancias en el hospital y, de paso, las complicaciones. En este sentido, la estancia media en UCI después de trasplante hepático suele ser de 2 a 8 días, y en planta de hospitalización de 10 a 30. En el Hospital General estas cifras se han reducido hasta las 24 horas de estancia en UCI y 4 días en planta. Menos días de hospitalización que se traducen en ahorro de costes. «El trasplante hepático en otros hospitales supone un desembolso de 57.000 euros. En el Hospital General los realizamos por 25.000 euros», explica Gonzalo Rodríguez, cirujano coordinador del programa de trasplantes hepáticos. Todo con unas cifras de morbilidad y mortalidad «dentro de la normalidad».
Aunque de momento las buenas cifras acompañan a la unidad, sus responsables exigen que la Conselleria de Sanidad cumpla con el protocolo que se firmó cuando comenzó a funcionar la unidad. Y es que las donaciones de hígados que se producen en cuatro departamentos de la provincia cuando los pacientes fallecen se siguen enviando al Hospital La Fe de Valencia. Hace un año que el Hospital General debería trasplantar todos los hígados que se donan en la provincia, lo que permitiría operar a una decena más de pacientes al año.
Sus responsables también esperan poder aumentar el número de enfermos que intervienen, ya que según la incidencia media de las enfermedades hepáticas calculan que tendrían que estar operando a 45 enfermos cada año. Una situación que atribuyen a que aún hay departamentos que remiten a los enfermos a Valencia o casos que no se proponen para trasplante por parte de los médicos especialistas.
