Bromeaba ayer el presidente del Comité Jurídico de la Unión Europea, Pavel Svodoba, sobre el éxito en la trayectoria de la OAMI, una entidad a la que se le puede aplicar una palabra que hoy en día «no está en el diccionario: superávit». Y es que, la Oficina de Armonización del Mercado Interior ha pasado de los seis trabajadores con que empezó hace 20 años en la avenida de Aguilera, a los 1.500 actuales, y multiplicado su volumen de trabajo y presupuestos. En estos 20 años ha gestionado 1,3 millones de marcas comunitarias y unos 800.000 diseños, y su impacto económico se cifra en unos 200 millones de euros anuales. Ayer, además, coincidiendo con su vigésimo aniversario, la OAMI inauguró sus nuevas instalaciones de 39.000 metros cuadrados que le han costado a la entidad 40 millones de euros y que convierten Alicante en la sede de la agencia europea más importante tanto en presupuesto como en personal.

Para celebrar estos «éxitos» de los que tanto se habló ayer, la entidad organizó un acto en el que participaron 250 invitados de 49 países y que estuvo presidido por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, aunque se echó en falta la presencia de algún miembro del Gobierno central, máxime teniendo en cuenta que en su décimo aniversario sí se contó con asistencia junto al rey Juan Carlos.

El hecho de que Fabra fuera la máxima autoridad política presente no impidió que llegara tarde. No estuvo en el corte de cinta -el presidente justificó su retraso por un desayuno de trabajo en Valencia- ni en la visita a las instalaciones, y los discursos se iniciaron sin él pese a que los organizadores esperaron alrededor de un cuarto de hora a su llegada. Sí fueron puntuales las alcaldesas de Alicante y Elche, Sonia Castedo y Mercedes Alonso; el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Serafín Castellano; y la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor. Al finalizar el acto, eso sí, el presidente Fabra, junto a los principales directivos de la OAMI y de la CE recorrió parte del edificio departiendo en ocasiones con la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, doblemente imputada, con la que en esta ocasión se dejó fotografiar intercambiando besos y saludos.

Tras el corte de la cinta inaugural en el exterior de las nuevas instalaciones, abrió el turno de discursos dentro de un flamante auditorio el presidente de la OAMI, António Campinos, quien calificó el nuevo edificio de «un símbolo de optimismo y una inversión para el futuro de la oficina y de la Unión Europea» que «nos proporcionará el entorno necesario para el desarrollo de nuevas formas de trabajo que aportarán mayor calidad y mayor eficacia». Campinos incidió en que el objetivo de la OAMI es garantizar la protección del «flujo de creatividad» y alentar el crecimiento económico y el empleo.

Tras reconocer la función de sus antecesores en la presidencia de la OAMI, Jean-Claude Combaldieu y Wubbo de Boer, Campinos señaló que el futuro de la oficina es mantener la calidad de las tareas de registro «haciendo más pero no necesariamente con más recursos». El presidente indicó que la entidad dispone de medios para «aumentar la cooperación y la representación dentro de la red de marcas y el dibujo, con la puesta en marcha de programas de convergencia, y resaltó la función del Observatorio Europeo de Marcas y Propiedad Intelectual «que está consiguiendo que se entienda la importancia de la marca». Campinos añadió que la agencia ofrece pruebas para apoyar a la Policía en la lucha contra las falsificaciones, y avanzó que la OAMI va a colaborar en materia de propiedad intelectual en Rusia y China.

El presidente del Comité de Administración de la Euroagencia, Mihaly Ficsor, y el presidente del Comité Jurídico de la UE, Pavel Svodoba, se felicitaron igualmente por los éxitos de la entidad cuya función destacaron «porque hace falta autores, inventores y emociones», destacando, en palabras de Svodoba, que los derechos de propiedad intelectual figuran entre las diez prioridades de la Comisión Europea.

Tras la intervención del director general de Empresa e Industria de la Comisión Europea, Daniel Calleja, quien anunció un refuerzo en la cooperación entre la OAMI y la CE, el presidente Fabra cerró el turno de intervenciones afirmando que la ubicación de la OAMI en Alicante «es una recompensa a la gran apuesta que ha hecho la Comunidad por la excelencia, la innovación y la proyección internacional». Fabra indicó que desde enero a octubre, las empresas valencianas han realizado unas 850 solicitudes de registro de marcas y 780 de diseños industriales, lo que «demuestra el carácter emprendedor de los valencianos» y «significa que nuestras empresas continúan innovando y mirando al futuro».