Han sido auténticos profesionales abriendo las puertas. Así se expresaba ayer el empresario Enrique Ortiz poco después de conocer el asalto cometido durante el fin de semana en las oficinas del Grupo Cívica, situadas en pleno centro de Alicante y que en su día fueron registradas por la Policía Nacional dentro de la operación Brugal. En un principio se baraja que los autores del robo solo buscaban dinero en efectivo y objetos de valor, aunque al aparecer todo revuelto los empleados de Ortiz están comprobando si falta algún tipo de documentación.

Pequeñas cantidades de dinero que había en cajas -varios cientos de euros- y al menos un teléfono móvil que estaba sin estrenar es, a falta del recuento, el botín de los ladrones que irrumpieron en la sede del Grupo Cívica días después del juicio y posterior sentencia absolutoria por un revólver hallado en una caja fuerte de estas oficinas.

La Policía Nacional ha abierto una investigación para tratar de identificar a los autores y verificar si se trata de un simple robo de ladrones que buscaban dinero o el objetivo del asalto era otro. Fuentes de la empresa aseguraron a este diario que «los ladrones solo buscaban dinero en efectivo».

El robo fue descubierto a primera hora de la mañana por las limpiadores que acudieron a las oficinas situadas en el número 36 de la avenida Alfonso El Sabio. La Policía Nacional fue alertada sobre las siete de la mañana y envió una patrulla que comprobó los hechos y dio parte para que la Policía Científica se desplazara al lugar para realizar una inspección ocular en busca de pruebas.

Ni la puerta del garaje ni la del edificio aparecieron con síntomas de haber sido forzadas, mientras que las dos del Grupo Cívica fueron abiertas pese a ser blindadas. «Han reventado el bombín y han entrado», explicó Ortiz a este diario. El empresario, que pasó por la sede de su empresa antes de marcharse de Alicante por motivos de trabajo, relaciona el asalto a sus oficinas con todo lo que ha salido en los medios de comunicación sobre el juicio por el revólver hallado en una caja fuerte y las escuchas de Brugal en las que se hablaba de dinero.

De hecho, esa misma caja fuerte fue abierta y los cacos no tuvieron necesidad de reventarla. Forzaron el cajón de la secretaria del Grupo Cívica que declaró en el juicio que la llave la guardaba en su mesa y la abrieron sin problemas.

A última hora de la mañana se personaron en la sede del Grupo Cívica agentes de la Policía Científica y realizaron una inspección ocular en busca de huellas u otros indicios que permitan identificar a los asaltantes. No obstante, todo apunta a que actuaron con guantes para no dejar sus huellas durante el robo.

Tampoco se sabe en qué momento del fin de semana fue cometido el robo, ya que la empresa cerró el viernes y hasta ayer por la mañana no volvieron los trabajadores. El portero del inmueble revisó ayer el edificio por si habían entrado a robar en alguna vivienda, pero todo estaba en orden.

La denuncia formal por el robo aún no ha sido presentada en la Comisaría de Distrito Centro, aunque probablemente se formulará hoy o mañana tras comprobar con mayor precisión todo lo que han sustraído para incluirlo en la denuncia.

Los despachos aparecieron con los armarios y cajones abiertos y en alguna zona había papeles por el suelo, pero no estaba excesivamente revuelto como en otros robos. Eso induce a pensar, entre otras posibilidades, que los ladrones actuaron con tranquilidad. Pese a ello, aún se dejaron una pequeña caja de caudales con dinero en uno de los despachos.