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El presidente de Liberbank corrobora ante el juez que la CAM falseó sus cuentas

Manuel Menéndez declara, como director general del Banco Base, que el SIP en el que estaba integrada la caja de ahorros se rompió porque los datos que iban conociendo no respondían a la realidad ni a las expectativas, lo que hizo inviable el proyecto

Bernardo Chuliá, a la izquierda, y Eduardo Severá ayer momentos antes de declarar, lo que Chuliá no llegó a hacer MODEMPRESS

Una vez vistas las cuentas y comprobado que no respondían a las expectativas de rentabilidad que se habían creado se llegó a la conclusión de que el proyecto no era viable. La cuentas, a las que ayer se refirió el presidente de Liberbank, Manuel Menéndez, ante el magistrado de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez, no eran otras que las de la CAM y el proyecto, el de la fusión entre la caja de ahorros, Cajastur, Cantabria y Extremadura que se acabó yendo al traste porque, según precisó quien fuera director del Banco Base ante su señoría, la realidad de su homóloga alicantina no respondía a las expectativas previas.

Menéndez, que compareció como testigo a instancias de uno de los imputados en la pieza principal abierta por la gestión de la CAM, el exdirector del Planificación Teófilo Sogorb, intentó durante una buena parte del interrogatorio no ir más allá de la afirmación de que la contabilidad de la caja no reflejaba la realidad, aunque, a preguntas de la fiscal, no tuvo más remedio que corroborar las palabras pronunciadas la semana pasada en esta misma sede judicial por su mano derecha, Jesús Ruano, quien ratificó sin ambages que la CAM había falseado sus números. Éste es uno de los cargos que se atribuyen a Sogorb y al resto de la última cúpula de la entidad encausada en la pieza principal: el presidente Modesto Crespo, los dos directores generales Roberto López Abad y María Dolores Amorós y el director Vicente Soriano.

Pretensión fallida

Aunque lo que Sogorb pretendía era que Menéndez declarara que fue el Banco Base y no la CAM el que formuló las cuentas de 2010 (en las que el Banco de España ha detectado irregularidades) y que le exonerara en la medida de lo posible de los hechos que se le atribuyen, esto no ocurrió. Quien fuera responsable de la entidad de la que acabó naciendo Liberbank, aunque ya sin la CAM, relató cómo se detectó un volumen de créditos dañados en la caja de los que el SIP (Sistema Institucional de Protección) no tenía conocimiento y que hubiera obligado a provisionar mil millones para hacer frente al tal deterioro de la cartera crediticia, según señalaron fuentes del caso. Una vez descubierto por los miembros del SIP este lastre, del que únicamente el Banco de España tenía conocimiento, precisó Menéndez, se llegó a la conclusión de que las proyecciones de futuro no salían y fue cuando se rompió el proyecto que iba a haber dado lugar a la quinta entidad financiera del país.

También quiso dejar claro el economista asturiano que el proceso de fusión nunca se llegó a culminar por lo que ninguna caja llegó a perder su soberanía. Ningún director financiero del Banco Base tenía autoridad sobre los directores financieros del resto de las cajas que formaban el SIP ni, por supuesto, el de la CAM, vino a decir Menéndez quien recalcó que las cajas nunca llegaron a integrarse al tratarse de un proceso largo que no llegó a concluir, según las mismas fuentes.

En esta misma línea y en consonancia con lo declarado por Ruano, Menéndez precisó que cada caja era responsable de sus cuentas porque se trataba de una unión que estaba en contrucción y donde lo único que se hacía era sumar las contabilidades que llegaban de cada una de las entidades que integraban el Banco Base. Un banco, insistió, que nunca tuvo activos y que nunca fue dueño de nada.

La presencia de Menéndez ante Bermúdez no se prolongó más allá de media hora, tiempo en el que respondió a una veintena de preguntas formuladas en su mayoría por el abogado de Sogorb, por la fiscal y por el representante legal de la Fundación CAM y del Fondo de Garantía de Depósitos. Una comparencia en la que también el magistrado Gómez Bermúdez realizó alguna acotación y a la que siguió la del que fuera director de Gestión de Recursos Humanos de la CAM, Eduardo Severá. Un testigo al que se preguntó en relación al sistema de retribuciones en la caja y que también, en vez de restar responsabilidad a Sogorb, la confirmó.

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