La matrícula universitaria más cara del curso que viene en cualquiera de los campus públicos de la Comunidad seguirá siendo la de las carreras con mayor nivel de prácticas, como Medicina o Enfermería, pero con el precio «congelado». Así lo aseguraron ayer a este diario desde el departamento que dirige la consellera, María José Catalá, quien ha decidido no gravar más los bolsillos de los universitarios después de haber incrementado el coste de las tasas durante los dos últimos años en hasta un 34%.
Los mismos 1.493 euros que costaron las carreras más caras este curso seguirán costando el que viene, y aún así siguen siendo más caras en hasta un 30% que en universidades de comunidades relativamente cercanas, como sucede con las de Murcia o de Castilla la Mancha, donde ese mismo precio se reduce a los 1.004 euros y los 1.127 euros respectivamente.
En el otro extremo, las titulaciones más baratas, como pueda ser la de Trabajo Social, Derecho o Historia, seguirán costando los 978,69 euros de este curso, pero también siguen siendo más caras que en autonomías vecinas, donde su precio desciende a los 724 euros.
Pérdida de alumnos
También tiene previsto el equipo que dirige Catalá no gravar las convalidaciones de asignaturas, e incluso alguna otra medida, todavía por concretar, pero siempre en la línea de dejar sin efecto la tradicional subida anual de la matrícula universitaria que, a raíz de las restricciones presupuestarias, se había disparado.
En el decreto que ultima la Conselleria de Educación no se tendrá en cuenta, por tanto, la horquilla de precios que en los próximos días debe aprobar para este próximo curso el Gobierno central para el acceso a las universidades.
La abultada subida de las tasas que han sufrido los universitarios en los últimos años ha provocado, además de la protesta de los propios estudiantes en cada una de las numerosas manifestaciones que han protagonizado, el respaldo también de los rectores, que en su momento se opusieron a que se llevara a cabo dicho incremento.
En concreto, desde la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, uno de los rectores que se ha mostrado más combativo en este sentido, ha repetido por activa y por pasiva que la subida de tasas atenta contra la igualdad en el acceso a las universidad y que, además, ha provocado la pérdida continua de alumnado, calculada en medio millar de matrículas.
