El sector de la medicina privada mueve millones de euros al año en la provincia. Es un sector que por el mismo mercado al que pertenece, la atención sanitaria, está siempre en el punto de mira. Y más en una situación como la actual en la que el Gobierno ha recortado inversiones y cancelado acuerdos con muchas empresas del sector, mermando una parte de los ingresos de estas compañías y la atención que reciben los mismos usuarios de la Pública. Debido a ello, el periódico INFORMACIÓN organizó esta semana una jornada -como apoyo al suplemento de 48 páginas que se publicará mañana- sobre el presente y el futuro de la medicina privada en España que culminó en una tertulia sobre el sistema sanitario público español y la necesidad de potenciar la colaboración entre lo público y lo privado para mejorar la eficiencia y garantizar el servicio de la Sanidad.

El coloquio comenzó con la petición de una visión del sector por parte de la redactora jefe de la sección de Local de INFORMACIÓN y moderadora del encuentro, Mariola Sabuco. Recogió el envite la directora médica de Quirón, Ana González, quien explicó que en su centro «estamos apostando por la calidad, ya que el 30% de nuestros clientes son extranjeros y son muy exigentes, en especial el ruso». Durante los siguientes minutos, el coloquio estuvo protagonizado por el papel que tiene el paciente extranjero en la medicina privada de Alicante.

«Nosotros trabajamos con nacional pero el paciente extranjero siempre ha existido. Creemos que va a haber mucho pero es es muy difícil. En la actualidad, este usuario viene a nuestros centros por unos motivos ajenos al turismo sanitario y en lo que tenemos que luchar es por conseguir este turismo sanitario y vengan expresamente por nosotros», señaló la directora médica de Clínica Vistahermosa, Concha Giner.

¿Existe turismo sanitario en Alicante? Esta pregunta fue una de las que más debate generó. Mientras que Óscar Nombela, director del centro Resort Costa Blanca del grupo Ballesol, consideró que sí que existe y que ellos trabajan con este cliente, el resto de los miembros de la mesa no estaba de acuerdo.

«En Ballesol cada año tenemos a más de 400 noruegos que llegan a nuestro centro para pasar sus vacaciones porque los hoteles de Benidorm y de los alrededores no ofrecen lo que este perfil de cliente mayor necesita», explicó Óscar Nombela.En el lado contrario, el resto de tertulianos consideró que el concepto de turismo sanitario está «mal utilizado», en palabras de José J. López, director Médico de la Unidad de Reproducción de Vistahermosa.

«Creo que lo que se tiene que potenciar es el de turismo médico, que consiste en atraer a personas que vienen exclusivamente para operarse gracias a un servicio con un nivel de calidad extremo, igual o superior al de su país de origen», prosiguió José J. López, al tiempo que añadió que este usuario «se queda seis o diez días más creando riqueza no sólo en la sanidad sino también en el entorno». En su opinión y en la del resto de participantes, Ballesol ofrece una atención sanitaria y unas instalaciones específicas a personas extranjeras que ya estaban predispuestas a hacer turismo. De cualquier modo, Óscar Nombela invitó al resto de presentes a que aprovecharan la oportunidad de que en su centro hay extranjeros que podrían plantearse hacerse una operación determinada visitando el centro y mostrando su oferta a sus usuarios.

Países emergentes

Ernesto Nemseff, de Stem Clinic, explicó que además de los procedentes de los países escandinavos, más afianzados en la provincia, hay mercados muy atractivos que se podrían explotar y más en un sector como el suyo, el de la cirugía plástica. Por ello, destacó que «Emiratos Árabes es un país que tiene mucho dinero y que también es un país de confluencia» añadiendo que «la gente ahí tiene dinero para operarse donde quiera».

Algo que confirmó el director general de Vissum, Juan Antonio Díaz, al indicar que tienen pacientes de Kuwait que responden a este perfil. No obstante, el país de procedencia preferido por las empresas alicantinas sigue siendo el británico y el escandinavo, mucho más fiable que otros como el ruso. Al respecto, Óscar Nombela señaló que ahora mismo el usuario ruso no es una prioridad porque requiere una adaptación que «no merece la pena». Hector Mirasol, director médico corporativo de Imed, indicó que los rusos que tienen dinero, que son pocos, y se operan en otros países escogen países como EE UU, Alemania e Israel y «cambiarlo será difícil». Además, los rusos una vez que conocen la zona los rusos «llegan con compañías de seguro».

Compañías de seguro

El papel de las compañías de seguro también estuvo sobre la mesa, coincidiendo los tertulianos en que la clave de este sector es que sea atractivo tanto para el cliente como para la compañía aseguradora.

El ajuste de precios y el papel de las aseguradoras pone de relieve la importancia del cliente privado, es decir, el que llega sin intermediario. Enrique Chipont, de Oftálica, señaló que «trabajamos con ellos y para ello nos hemos adaptado lo mejor posible con la mejor tecnología, la superespecialización y ofreciendo unos precios asequibles con los que no 'sableamos' a nadie».

Con respecto al precio, Roge Navarro, directora Médica d Centro Dermatológico Estético, explicó que tienen una política de precios muy ajustada porque buscamos «a un usuario que con un pequeño esfuerzo económico está dispuesta a recibir un buen servicio con tecnología avanzada».

Por su parte, Mar Ugarte del Centro de Rehabilitación Neurológica Casa Verde explicó que ellos tienen un paciente muy específico y ofrecen un servicio que no da la Pública, algo que en su opinión «no debe ser» porque muchos de sus pacientes «si no fueran a la clínica irían a casa sin ningún tipo de profesional, lo que de cara al futuro generaría más enfermos crónicos y más dependientes».

Asistencia trasfronteriza

La propuesta surgida en los últimos meses sobre la creación de un espacio sanitario común en Europa donde los pacientes amplíen sus derechos para elegir el lugar dónde se les puede brindar la mejor asistencia sanitaria, algo similar a lo que ocurre en el mercado de trabajo, también fue uno de los puntos del debate.

Al respecto, los participantes coincidieron en señalar la complejidad de la medida. En este sentido, Héctor Mirasol señaló que «no es lo mismo la sanidad en Rumanía que en Bélgica» y que hay que tener en cuenta cómo los países podrían adaptarse para atender a pacientes de toda Europa, ya que «las estructuras nacionales no lo permiten», matizó. A ello habría que añadir más complejidades como el del idioma en un área de la salud donde la «la comunicación persona a persona es fundamental» y estudiar como un país que ha hecho el trabajo y tiene una asistencia sanitaria buena, sin listas de espera, puede asumir una llegada de pacientes de otros países.