Uno de los principales aspectos abordados fue la colaboración entre la medicina privada y la pública. Para los contertulios uno de los grandes problemas que existe es que la sociedad percibe la diferenciación entre «público igual a bueno y privado igual a malo», algo que todos se preocuparon de desmentir. En opinión del director general de Vissum, Juan Antonio Díaz, la sanidad privada puede complementar a la pública donde ésta no llegue e, incluso, «mejorar y ser más eficientes en cuanto al coste que tiene para el ciudadano».

Debido a ello, los participantes abogaron por un cambio en esta relación y en la necesidad de generar nuevas iniciativas que ayuden al sistema público como, por ejemplo, «desgravar el pago que supone un seguro privado», según propuso Concha Giner.

Además, muchos de los tertulianos lamentaron la escasa comunicación que existe entre el sistema público y el privado a la hora de analizar el sector y colaborar para mejorar la gestión del sistema sanitario. Sin embargo, está sucediendo todo lo contrario y desde el ámbito público están tomando iniciativas que están recortando unos servicios y derechos conseguidos que serán muy difíciles volver a conseguir.

«Medidas como la de la mamografía que se hará cada dos años en lugar de uno es algo cortoplacista, ya que lo que ha hecho es reducir el gasto inmediato pero en el futuro se incrementarán al tener que hacerse más pruebas y terapias», adujo Juan Antonio Díaz.