Sant Joan d'Alacant sigue sin recibir el aval bancario de 1,3 millones de euros reclamado desde este verano. Se trata del dinero depositado para el proyecto que pretendía instalar en el municipio la Universidad Católica de San Antonio de Murcia (UCAM) que durante años ha rondado a Sant Joan como una gran oportunidad y que finalmente se ha desinflado y ha desaparecido.
El Ayuntamiento iba a adquirir el edificio de la antigua residencia de Tiempo Libre a la Generalitat Valenciana por un montante de 4,5 millones de euros para cederlo a la UCAM que iba a instalar allí su campus. Una operación que definitivamente no se ha materializado ya que la Universidad dio marcha atrás el pasado verano.
El Ayuntamiento ha hecho varios requerimientos a la Conselleria de Hacienda para recibir ese aval bancario, el último el mes pasado. Y el alcalde, Jaime Albero (PSOE), lamenta que «nosotros ya devolvimos el inmueble y ahora nos tienen que devolver el aval porque la operación de compra no se ha realizado. Como se ha visto sólo ha conllevado gastos al ayuntamiento y a los ciudadanos». Albero lamenta que el cuatripartito compuesto por el PSOE, Compromís, EU y Decido ha heredado lo que ya advirtió su partido en la oposición, que era una «operación ruinosa» y explica que «la UCAM desapareció cuando cambió el signo del gobierno, lo que demostró que no era un proyecto educativo sino partidista».
«Los errores del pasado»
Todo el proceso que ha seguido la fallida instalación de la Universidad y lo que ha rodeado a la compra de la residencia de Tiempo Libre es lo que el alcalde y el concejal de Hacienda, Llorenç Román, quieren explicar al conseller Vicent Soler, de primera mano; y están a la espera de obtener esa cita con la que esperan lograr la devolución del dinero depositado. Albero considera que la la Conselleria de Hacienda «no tiene toda la información de lo que fue esto, el movimiento partidista que supuso, y queremos explicarles que no se puede hacer responsable a un municipio de los errores del anterior equipo de gobierno».
El primer edil añade que el municipio tiene necesidad de contar con ese dinero para poder acometer algunas de las inversiones previstas.
Y entre ellas se encuentra una serie de modificaciones que hay que hacer en los viales que están próximos a la residencia. Según explica Albero, se hicieron «para favorecer la instalación del campus y que han dejado una zona muy extraña».
A la vez que el Ayuntamiento espera recibir su aval, el edificio en cuestión se deteriora tras haber sido pasto de numerosos actos vandálicos. De hecho, la Conselleria tiene que evaluar con peritos el coste de los daños. Mientras que el Consistorio confía que ello no suponga tener que perder parte del dinero del aval por dichos desperfectos.
