Una regeneración lastrada por la crisis que arrastra el PSOE de Sant Joan. La victoria del exedil Jaime Albero en el proceso de primarias intenta abrir un nuevo escenario en el socialismo santjoaner, pese a que todavía cuenta con el conflicto interno como telón de fondo. Con todo, el nuevo aspirante a liderar el gobierno local, prefiere mirar hacia otro lado y, aunque no cierra la puerta a nadie, ahora prefiere centrarse en el proyecto con el que espera recuperar el bastón de mando en el Consistorio. «La agrupación ya ha decidido. Ahora toca pensar en los ciudadanos», zanjó ayer Albero al ser cuestionado por cómo frenar la división en el partido.
El candidato del PSOE a la Alcaldía obtuvo el 55% de los sufragios, mientras que su oponente, el concejal Santiago Escudero, recibió el 45% restante. Un resultado que evidencia la falta de cohesión interna. Incluso los afines al exalcalde Edmundo Seva, que se retiró de la carrera a las primarias tres días antes de la votación, se han divido. Prueba de ello es que las 27 firmas que recaudó el exprimer edil durante la recogida de avales no se quedaron en casa -la participación superó el 90%-, pero tampoco fue en bloque a uno de los candidatos. De hecho, Escudero recogió 48 votos frente a los 33 avales iniciales, mientras que Albero también incrementó sus apoyos. De 43 avales pasó a contar con 59 votos.
El secretario general de los socialistas de Sant Joan, Pablo Celdrán, admitió la «pluralidad» que hay en el partido, aunque recalcó, al igual que Albero, que «lo necesario ahora es un proyecto en el que la gente crea».
Escudero tiende la mano
Por su parte, el aspirante derrotado felicitó al ganador y aseguró que se ha puesto a su «disposición» para «trabajar por un proyecto común». Sin embargo, no hay que olvidar que Escudero acudió a los comicios internos arropado por el sector crítico de la formación que, durante los últimos meses, ha cargado contra Albero. «Si yo soy el interlocutor de las negociaciones, haré todo lo posible para que todas las corrientes estén representadas», se limitó a apuntar el actual concejal, en este sentido.
Con todo, Albero señaló que «no cree en familias» y que su «proyecto de integración pasa por la defensa de un proyecto en común». «No se va a mirar de dónde procede cada uno. Todo el mundo tiene derecho a cambiar de opinión y rectificar. Todo el que venga con ganas de trabajar será bienvenido», defendió el candidato socialista. El problema vendrá si, finalmente, las distintas corrientes que dividen la agrupación local deciden no apretar filas bajo el liderazgo de Albero. Una circunstancia con la que tendrá que lidiar el aspirante a la Alcaldía si no quiere que las pugnas internas y las rencillas terminen por pasarle factura en su deseo de desalojar a los populares del Ayuntamiento santjoaner.
