El PSOE de Sant Joan d'Alacant elige hoy a su candidato a la Alcaldía, es decir, a la persona que se enfrentará al PP de Aracil&hijo. Los socialistas son tan generosos que, en lugar de unirse para tratar de arrebatar el poder a un alcalde que no ha cumplido ni uno solo de sus grandes compromisos electorales (Universidad Católica, cierre del crematorio, nuevo centro de salud, etcétera), han decidido volver al pasado y pelearse entre ellos, mientras los populares montan una fiesta, enrocados como están en su propia crisis, que tratan de esconder.
Juventud versus veteranía. El primero que presentó su candidatura en el PSOE fue el exedil de Cultura y Juventud Jaime Albero, cuyo mayor mérito es, sin duda, ese, tener menos de 30 años y abanderar la regeneración. Como concejal en la anterior legislatura apenas se le recuerdan iniciativas, excepto la Casa de la Juventud, gran legado que el PP ha acabado por cerrar a cal y canto. El siguiente que se lanzó al ruedo fue el exalcalde Edmundo Seva, responsable del mayor batacazo de la historia socialista en el municipio, pero que no pareció darse por aludido. Por último, el edil Santiago Escudero, que tiró por el camino de enmedio y no dudó en aliarse con el sector crítico del partido, esto es, Elena García, esto es, Paco Seva, prometiéndole que sería su número dos, pensando que el fin justifica los medios.
Seva despierta del sueño. El exprimer edil ha estado empeñado, hasta hace apenas dos días, en seguir al frente de los socialistas santjoaners, ya que creía que era el único capaz de «ganar a Manolito», como iba diciendo a quien quería escucharle. Finalmente ha retirado su candidatura al «no sentir el calor» de sus compañeros, pero no sin antes desacreditar a los dos candidatos, que fueron compañeros de su equipo de gobierno. Además, ha dado libertad a los escasos socialistas que le apoyaban para dar su voto al mejor postor, sabedor de que no va a ir en la candidatura ganadora en las elecciones del próximo año.
Vencedores y vencidos. Una vez tenemos el primer derrotado, Seva, nos queda por saber quién será el segundo perdedor y el ganador. El edil Baltasar Ortiz, del que las malas lenguas siempre han dicho que es la mano que mece la cuna del PSOE santjoaner, no oculta sus preferencias porque se produzca una renovación en el partido. Ortiz optó en su momento por no enfangarse y presentar candidatura, hastiado de tantos años de lucha y dar la cara en los plenos como verdadero conocedor del funcionamiento de un ayuntamiento. Lo malo es que gane quien gane, el PSOE ya pierde. Que todos los candidatos hablen de que es necesaria la unidad y dejar atrás los desencuentros no hace más que acentuar la división interna, y de este proceso no van a salir como amigos. Máxime cuando Escudero en las últimas horas trata de desprestigiar a Albero, tachándole de inexperto y joven, al tiempo que juega al despiste con los que le apoyan al asegurarles que dejará fuera a Elena García si sale elegido candidato.
El PP, a la espera. Y mientras, el PP esconde sus vergüenzas y la crisis interna, con dos bandos enfrentados y una bomba que acabará por estallar. Por un lado, Carolina Sala y Arantxa Maldonado, al principio de legislatura íntimas del alcalde y unidas a muerte en su defensa. Por otro, el hijísimo, David Aracil, que se cansó de mover los hilos en la sombra y decidió que era mejor salir a escena. Desde entonces, los concejales temerosos han agachado la cabeza y se han sometido a padre e hijo, mientras que Sala y Maldonado se han convertido poco menos que en apestadas. El castillo de naipes de los populares se empezó a derrumbar por el tinglado que había montado de afines en las asociaciones festeras, que ahora se ha vuelto en su contra con dimisiones y críticas a raíz de la fractura con Sala, edil de Fiestas. En cualquier caso, la esperanza del PP es que, pese a no haber hecho nada en cuatro años y saber que no van a tener Universidad y se van a comer el crematorio, el PSOE salga debilitado de este proceso. Pero ya se sabe, cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar...
