Los españoles aman viajar y coleccionar recuerdos de sus aventuras en diferentes partes del mundo. Entre los souvenirs más populares se encuentran los típicos imanes de nevera con el nombre de la ciudad visitada. Estos pequeños objetos se han convertido en una forma común de recordar los lugares visitados y, en muchos hogares, adornan la puerta de la nevera.

Sin embargo, recientemente ha surgido un debate sobre si es perjudicial o no colocar imanes en la puerta de la nevera, especialmente en los modelos más modernos y tecnológicos. ¿Podrían estos inocentes imanes dañar tu costoso electrodoméstico? Vamos a explorar esta cuestión en detalle.

En principio, parece una acción inofensiva, pero en realidad, los imanes pueden generar campos magnéticos que podrían afectar a los frigoríficos de última generación, en particular aquellos que cuentan con pantallas táctiles y sistemas eléctricos avanzados. La preocupación radica en la posibilidad de que los imanes interfieran con el sistema eléctrico del frigorífico y, en última instancia, lo estropeen.

Es importante destacar que el daño potencial causado por los imanes generalmente se limita al sistema de la nevera y no afecta a los alimentos almacenados en su interior, como a veces se ha afirmado en las redes sociales. Además, los campos magnéticos generados por los imanes comerciales son relativamente débiles y, en teoría, no deberían causar problemas graves.

A pesar de esta relativa debilidad, se aconseja evitar la colocación de imanes en frigoríficos modernos para prevenir cualquier inconveniente. Esto se debe a que los efectos exactos de los campos magnéticos pueden variar según el diseño específico del electrodoméstico y la calidad de los imanes utilizados.

En general, los imanes para nevera suelen estar hechos de materiales magnéticos como el acero inoxidable, el hierro, el aluminio o el neodimio (un material magnético especialmente fuerte). Algunos también pueden contener materiales ferromagnéticos como el níquel. Estos materiales no deberían causar daños significativos en la nevera, especialmente si no es un modelo de última generación.

Para los frigoríficos más antiguos sin características avanzadas, no debería haber problemas en colocar imanes en la puerta. Por lo tanto, la preocupación principal se centra en los electrodomésticos más modernos y tecnológicos.

Es importante aclarar otro mito que ha circulado recientemente en las redes sociales: la idea de que los imanes en la nevera aumentan el consumo de energía de la casa. Según Endesa, esta afirmación es incorrecta. Los imanes no obligan a la nevera a consumir más electricidad al aumentar la fuerza electromagnética del campo eléctrico del aparato. Por lo tanto, desde el punto de vista del consumo de energía, no hay motivo para preocuparse.

Si deseas exhibir tus imanes sin riesgo de dañar tu frigorífico moderno, una solución es colocar previamente placas de hierro o metal en las que puedas adherir los imanes. Luego, puedes colgar estas placas en la pared de tu cocina y mostrar tus recuerdos de viaje de manera segura y sin temor a dañar tu costoso electrodoméstico.