Ya son once largos meses sin noticias de Henry Alejandro Jiménez Marín, el joven que fue visto por última vez en una urbanización de la costa oriolana, durante la madrugada del pasado Año Nuevo, tras celebrar la Nochevieja con amigos y sin dejar rastro alguno. Desde entonces, su familia está destrozada, con un desgaste emocional diario, sin encontrar la paz, ante la ausencia inexplicable de un hijo y un hermano.

Desde la desaparición, familiares y amigos se concentran en Orihuela Costa y en otros municipios, semana tras semana, mes tras mes, para pedir más apoyo y reivindicar que el caso no se olvide porque dicen no saber nada absolutamente de Henry y necesitan respuestas después de todo este tiempo, ya que este joven de 21 años se encontraba inmerso en proyectos de futuro e iba a retomar los estudios.