El entorno del Palmeral, la plaza de la Merced, Santa Lucía o la plaza Antonio Balaguer han sido las últimas zonas de Orihuela en ver caer o talar ejemplares de palmera, una planta que cada vez es menos común en la localidad, desgraciadamente, por culpa del picudo rojo que está devorando los ejemplares sin piedad. A pesar de que el Ayuntamiento trata de ponerle freno desde hace años, la caída de nuevas palmeras infectadas por este insecto asiático pone en evidencia que no se está realizando la actuación correcta. Y buena parte de la culpa la tiene la descoordinación que hay entre las dos concejalías que tienen competencias sobre estos ejemplares: Medio Ambiente, que se encarga del mantenimiento del Palmeral, e Infraestructuras, que debe hacerlo con los ejemplares situados en los parques y jardines.

De hecho, la proliferación en estas últimas semanas del picudo, no solo en Orihuela, no es casual, y se debe a que este insecto es activo con temperaturas cálidas, como las que sigue haciendo en la Vega Baja. Por ello, los expertos recomiendan no llevar a cabo las podas hasta la llegada del frío, entre los meses de diciembre y febrero. A pesar de ello, la Concejalía de Infraestructuras está realizando desde mediados de octubre, la poda, fumigación y tratamiento y seguimiento de las palmeras de los parques y jardines, según señalaron ayer a este diario desde el área que dirige el edil Ángel Noguera (Cs). «Se está quitando el mayor peso posible a la balona de la palmera para evitar posibles desprendimientos por el peso como consecuencia del viento y lluvia», añadieron. Sin embargo, desde la Concejalía de Medio Ambiente se va a esperar a que las temperaturas sean más gélidas para iniciar una poda intensiva en las 450 palmeras situadas junto a los centros educativos para evitar el riesgo de caídas, según explicó el responsable del área, Dámaso Aparicio (PP).

Los ejemplares de picudo rojo huyen de las palmeras que están siendo podadas hacia otros ejemplares, expandiéndose la plaga, para después regresar. Este escarabajo es capaz de volar en un radio de entre 2 y 3 kilómetros en busca de nuevos alimentos, es decir, palmeras sanas y siente predilección por la palmera canaria y la datilera, las más abundantes en Orihuela. En su búsqueda de víctimas este insecto de origen asiático es atraído por diversos compuestos que la palmera emite en zonas con heridas, como las de las podas de las palmas, por lo que los especialistas coinciden en aconsejar que se detenga la poda durante los periodos de calor y se haga en pleno invierno cuando el escarabajo apenas tiene actividad.

Así lo indica, además, la Conselleria de Medio Ambiente en un tríptico para plagas con medidas especiales de control, entre las que incluye el picudo rojo. La administración autonómica advierte que «resulta muy peligroso, especialmente en las áreas afectadas, realizar podas o algún tipo de limpieza a las palmeras porque, a consecuencia de las heridas producidas, esos ejemplares resultan especialmente sensibles a los ataques del picudo rojo. (...) Época óptima de poda: meses de enero y febrero». Recomendación que no está siguiendo la Concejalía de Infraestructuras. El problema es que si se podan o se tratan los ejemplares dentro de una misma ciudad en distintos periodos hay riesgo de que el picudo pase de unos a otros.

Preocupación

El edil de Medio Ambiente, Dámaso Aparicio, no ocultó ayer su «preocupación» tras la caída de una palmera, el pasado sábado, en el Palmeral de San Antón, en un lugar situado entre un colegio y una escuela infantil. No es un caso aislado. Hay otras palmeras infectadas que ha detectado el área que dirige. De hecho, en la última Junta de Gobierno Local se acordó solicitar a la Conselleria de Medio Ambiente la autorización para talar 10 ejemplares por el riesgo inminente de caída. Su departamento ha adjudicado la redacción del Plan Director del Palmeral, financiado con la estrategia Edusi, que marcará las líneas de actuación en cuanto al mantenimiento integral de este espacio, protegido como BIC. «Mi objetivo es contar con el mejor procedimiento para el mantenimiento del Palmeral y gracias al Plan Director lo tendremos, y mientras tanto llevamos a cabo los tratamientos que se requieren», señaló.

Uno de los principales problemas que se está encontrando Medio Ambiente es la falta de mantenimiento y fumigación en las palmeras situadas en algunas parcelas privadas dentro del Palmeral, por lo que está llevando a cabo una inspección visual de todas ellas, que ha detectado varios ejemplares afectados. «La competencia es de Conselleria, no podemos actuar, y por eso me he dirigido a la Generalitat hasta en dos ocasiones para que hagan una inspección en todo el Palmeral con un informe actualizado del estado en el que se encuentran las palmeras, pero aún no me han respondido», se queja el edil. La Generalitat es la competente para exigir a los propietarios de las parcelas privadas el cumplimiento de la normativa autonómica y, en caso de hacer caso omiso, actuar ella subsidiariamente para erradicar la plaga. «El Palmeral está mucho mejor ahora que cuando asumí el cargo en junio porque se están tratando las palmeras de manera más adecuada», asegura Aparicio.

«Alarmante»

Para los ecologistas la situación es «alarmante». Así lo expresa el presidente de la Asociación de Amigos del Castillo de Orihuela, Juan Ignacio Caballero, quien pone en cuestión las medidas adoptadas por el Ayuntamiento contra el picudo. «Se está gastando un dineral en métodos que no sirven y así se está comprobando, además de que no se siguen los tratamientos puntualmente como debe hacerse», señala Caballero.

Su asociación aún espera recibir información sobre las actuaciones municipales realizadas para erradicar el picudo rojo del Palmeral de Orihuela que solicitó en abril de 2018. El Síndic de Greuges ha instado al Ayuntamiento, ya en dos ocasiones, a contestar a esta asociación, no sin antes dar un par de tirones de orejas al consistorio oriolano por su falta de transparencia.