Los agentes de la Policía Local de Orihuela van a volver a poder realizar las obligatorias prácticas de tiro en las instalaciones que tienen en el propio recinto de la jefatura policial y que fueron cerradas y precintadas por orden de la exedil de Seguridad Ciudadana Mariola Rocamora (PP) hace 20 meses, argumentando que el reglamento no cubría ni amparaba a los agentes que allí realizaban las prácticas con las armas. La apertura de la galería de tiro era una reivindicación que con insistencia han realizado los sindicatos con representación en la Policía Local y que siempre se habían encontrado con un no por respuesta por parte de la anterior responsable política de la Policía Local. Ha sido el nuevo concejal del área, Ramón López, que se estrenó hace unos días, quien nada más tomar posesión del cargo, en su primer Consejo Local de Policía, ha ordenado la reapertura de la galería de tiro cerrada por su compañera de gobierno, ahora responsable de otras áreas.
La Seguridad Ciudadana en Orihuela ha pasado a manos de Ciudadanos tras el pacto de gobierno alcanzado con el PP hace unos días. De esta forma, el nuevo responsable de la policía oriolana pretende un acercamiento con los sindicatos policiales para destensar la mala relación entre los policías y el Ayuntamiento que se ha mantenido durante el pasado mandato. Las críticas y reproches entre los representantes sindicales de la Policía y la edil Mariola Rocamora han sido una constante en los últimos años.
López es consciente de la importancia de que haya una buena relación entre el Ayuntamiento y su Policía, consciente de que es un colectivo que hace «mucho ruido» a la hora de expresar sus reivindicaciones. En la reunión del Consejo de la Policía participaron, además del edil responsable, los representantes de UGT y FESEP y de la jefatura policial. En su primera reunión, el concejal reconoció el trabajo que día a día presta este cuerpo y aseguró estar dispuesto a escuchar todas las reivindicaciones «e intentar materializarlas, siempre y cuando sean posibles dentro de las posibilidades de la Concejalía de Seguridad Ciudadana y de la Concejalía de Recursos Humanos», que dirige la edil Luisa Boné, también de Cs. Según López «esta reunión ha sido muy fructífera al conocer en primera persona las condiciones en las que actualmente prestan su labor los agentes».
Instructor
Para reabrir la galería de tiro se ha nombrado a un instructor y así los agentes podrán llevar a cabo allí las tiradas reglamentarias, evitando los desplazamientos a Elche que hacían desde que se clausuró la instalación oriolana. Además, se les ha dotado a los policías de los 100 cartuchos anuales que tienen asignados. Son dos tiradas cada año, según el convenio, las que deben realizar los agentes, lo que permite no solo mejorar la práctica de tiro de los policías, sino también probar las armas que portan y los cartuchos. El desencuentro con la exedil de Seguridad Mariola Rocamora y los policías es tal que ayer los sindicatos policiales se acordaron de ella tras el acuerdo con el nuevo concejal. El representante de UGT, Ángel Lorente, señaló «el malestar que tenemos con Rocamora que ha mantenido un año y ocho meses cerrada la galería de tiro por su cabezonería de no querer entenderse con los sindicatos y la prueba es que ahora, en una sola reunión, se han desbloqueado y solucionado los asuntos que teníamos pendientes».
Plantilla escasa
Dentro del orden del día del Concejal de Policía se trataron otros asuntos y propuestas. Es el caso del reglamento de segunda actividad y que se tramitará de forma que su entrará en vigor será el 1 de enero de 2021, tras alcanzarse un acuerdo. En Orihuela no estaba regulado el paso a segunda actividad de los agentes de más de 55 años, como marca la ley valenciana. El nuevo reglamento designará los destinos de los policías que ejerzan su trabajo fuera de la calle. La razón de que hasta 2021 no entre en vigor es la falta de policías actual, lo que fue puesto sobre la mesa en la reunión.
El jefe de la Policía Local, José María Pomares, confía en que en este año y medio que resta se amplíe la plantilla que actualmente consta de solo 123 policías, 27 menos que hace año y medio. El problema se agravará de aquí a final de año ya que se jubilarán tres agentes que se unirán a los diez que lo han hecho en lo que llevamos de 2019. La jefatura policial oriolana tiene preparado un informe que tenía previsto entregar en el Ayuntamiento en septiembre, y que fue adelantado al nuevo edil de Seguridad Ciudadana, expresando la inviabilidad de realizar todos los servicios con la actual plantilla, referidos a eventos y fiestas de las muchas que quedan en la ciudad, pedanías y la Costa. Hay que reseñar que de esos 123 agentes solo 80 pueden patrullar, al restar los que están en segunda actividad y los que disfrutan de vacaciones. Un problema que afecta a otros municipios y al que en este mandato se tendrá que poner solución.
