Una de sus principales intervenciones enmarcadas en el plan de restauración de hábitats del parque natural de las lagunas de Torrevieja y La Mata contempla la recuperación del saladar de Punta de la Víbora, en la orilla situada al Este de la laguna rosa de Torrevieja. La actuación forma parte de una mayor, en proceso final de adjudicación y avanzada por este diario, que contempla la repoblación de bancales abandonados y la replantación del bosque de pinos, además de la retirada de más de 25.000 árboles de especies invasivas en el mismo espacio. Todo con un presupuesto de más de medio millón de euros.
Punta la Víbora es uno de los reductos de saladar mejor conservados de la Comunidad Valenciana, y al mismo tiempo soporta una gran presión humana que está degradándolo.
Los residentes de las urbanizaciones que cercan la laguna usan este entorno como zona verde y paseo de mascotas. Parques de los que carecen los residenciales de las Torretas o El Salado, en los que el Ayuntamiento autorizó miles de viviendas desde finales de los ochenta sin garantizar unos espacios mínimos de esparcimiento.
La búsqueda de estos espacios libres pero también puesta en valor de los paisajes de la laguna rosa y las «playas» de sal -que se han hecho virales en redes sociales- ha provocado la creación de docenas de sendas artificiales no autorizadas. En el Puntal de la Víbora se encuentra además muy cerca de la zona en la que se ha popularizó el baño de lodos y en el agua hipersalina y ahora prohibido y evitado por la seguridad privada contratada por la empresa salinera.
Es también un ámbito conocido por albergar la costosa ruina del balneario de lodos, un espectacular edificio promovido por el Ayuntamiento sin ningún tipo de autorización ambiental y de Costas y que sigue en pie como testigo del fracaso de un proyecto megalómano del que nadie se hace responsable y que es visitado sin control como una curiosidad y una ruina arquitectónica de Torrevieja.
Cierre de 27 tramos
La actuación de la Generalitat contempla el cierre de 27 tramos de sendas no autorizadas en la Punta de la Víbora que suman una longitud total de 2.368 metros, lo que permitirá la restauración de más de 250.000 metros cuadrados de vegetación de saladar con la plantación de 4.653 ejemplares de cuatro especies característica de estos hábitats.
La iniciativa fue planteada en las reuniones de la junta rectora del parque para la redacción del plan de uso público del espacio natural en marzo de 2018 y evitar el proceso de degradación de estas orillas lagunares.
Además de la plantación se instalarán cerramientos de esos senderos con postes de madera y con señalización los senderos indicando a los visitantes que es una zona en restauración. En definitiva, esta fase de la restauración busca alejar a los visitantes - que suponen 22.000 «oficiales» en el centro de interpretación, pero el parque estima que más 150.000 «se meten» en el espacio natural todos los años- y preservar uno de los mejores reductos de vegetación de saladar de la Comunidad Valenciana.
Foresa, la mejor valorada para llevarse el contrato
Los técnicos de la Generalitat han propuesto a la empresa Forestación y Repoblación como adjudicataria del proyecto de restauración de hábitats d en el parque natural y que se licitó por más de 521.000 euros. Cuatro empresas se presentaron al concurso. Foresa asegura que puede realizar el trabajo, incluye la retirada de 27.000 árboles y la plantación de miles en bancales por 347.000 euros (IVA incluido) . Es la misma firma que se adjudicado el contrato de repoblación y restauración de varios kilómetros de la pinada y cordón dunar de Guardamar, también a través de un programa del Consell con subvención europea.
