Orihuela llegó a tener importantes mezquitas, sin ir más lejos la antigua mezquita aljama sobre la que se construyó una iglesia y la Catedral tiempo después. Ahora, los musulmanes de la zona, que son más de un millar, dependían de locales alquilados para poder realizar sus rezos, que iban cambiando. Pero esto se ha acabado. La comunidad islámica de Orihuela acaba de estrenar su nueva mezquita, la primera de la ciudad y la más grande de la Vega Baja con una capacidad para más de 120 personas. Las obras se han prolongado durante más de un año en un enorme local adquirido por la comunidad islámica oriolana en la calle Ruiz Capdepón, junto a la emblemática calle Arriba, en pleno centro de Orihuela. Se trata de un enorme espacio de 250 metros cuadrados que será el lugar de culto, a partir de ahora, para la amplia población musulmana de la zona.
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La mezquita cuenta con una zona principal alfombrada, dedicada al rezo, vestuarios para hombres y mujeres y una llamativa fuente en cascada con luces, por la importancia que tiene el agua en una relegión que dicta que hay que lavarse cada 5 rezos -son cinco, precisamente, las oraciones (Salât) diarias en el Islam-. Su decoración está inspirada en la Alhambra, con azulejos andaluces, escayola árabe y grandes arcos. Toda la construcción y decoración ha estado dirigida por Juan Víctor de Rojas y en la misma han estado implicados voluntarios como Said Khayate u Osama. «Se asemeja a la arquitectura islámica, hemos empleado mucho yeso y mosaicos y hemos querido que sea totalmente accesible en sus dos accesos», explicó ayer a INFORMACIÓN el responsable de la dirección facultativa de la obra, Juan Víctor de Rojas. Un enorme arco da la bienvenida a aquellos que entren en este nuevo lugar de culto para los seguidores de la fe islámica. Los elementos de inspiración andalusí destacan en el amplio espacio de la nueva mezquita, cuyo imán anunció hace meses que llevaría el nombre de Bilal, por el compañero del profeta Mahoma que tuvo que viajar a otro país «como muchos musulmanes que viven aquí» señaló entonces Mohamed Morabet.
Integración
Morabet se mostraba ayer muy orgulloso del nuevo templo que «tanto esfuerzo nos ha costado tener». El imán de Orihuela señaló que desde 1998 la comunidad islámica oriolana había tenido que alquilar locales para realizar el culto «y ahora por fin tenemos nuestro lugar fijo». Ahora, su principal preocupación es la integración entre la amplia comunidad musulmana tanto residente como temporal, que acude a la Vega Baja desde sus países de origen para trabajar de manera esporádica, principalmente en el campo, y el resto de vecinos. La palabra que más repite es la de «integración». «Vamos a hacer unas jornadas de puertas abiertas para que todo el mundo conozca la mezquita ya que lo que queremos es que haya integración y cambiar las ideas que puedan tener algunos de lo que somos los musulmanes por algunas cosas que se ven por los medios y que no tienen nada que ver con nosotros, que sepan que somos una religión de paz», señala y bromea con los 25 años que lleva en Orihuela «ya soy más oriolano que de mi ciudad, Orán (risas)».
«La mayoría de los que vienen a rezar tienen la nacionalidad española y los niños han nacido aquí y están totalmente integrados», incide. Romper con los tópicos y creencias erróneas son los objetivos de un hombre muy respetado por la comunidad islámica de la zona y ayer abrió sus puertas a este diario. Los vecinos de la zona donde se sitúa la mezquita los han acogido con los brazos abiertos, asegura el imán.
En la comarca hay otras mezquitas, de distinto tamaño, como las situadas en Rafal o en Almoradí -una de las más importantes de la Vega Baja-. En Orihuela hubo una situada en la calle San Agustín y en la pedanía oriolana de La Murada un local alquilado se ha estado usando para el rezo islámico. La nueva Mezquita de Bilal espera convertirse en un referente para los musulmanes de la comarca y en un punto de unión y cultura entre integrantes de las distintas religiones.
