El Ayuntamiento de San Isidro ha vuelto a someter a información pública el Plan General Estructural y al que la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) ha presentado alegaciones.

El grupo ecologista considera que pese a haberse reducido la superficie recalificada como urbanizable en 500.000 metros cuadrados, cerca del 20% respecto a la anterior versión del plan, como contó INFORMACIÓN, sigue, a juicio de la asociación, "sin dar protección a los principales valores ambientales y paisajísticos del municipio".

En sus alegaciones AHSA alerta de que el trazado propuesto para la variante de la CV-909, que en la actualidad atraviesa el casco urbano, "supondrá la degradación y fragmentación del Saladar de San Isidro", una zona húmeda en la que se encuentran especies protegidas tanto botánicas como faunísticas. Este paraje de saladar carrizal ubicado entre al Cabezo Pardo y el Cabezo del Molino "es uno de los lugares emblemáticos de la localidad y en el propio Documento Consultivo, redactado por la Dirección General de Evaluación Ambiental resalta la alta valoración paisajística de estos terrenos, así como la necesidad de su preservación a través de su integración en la Infraestructura Verde". Los cabezos sí están protegidos, pero ya lo estaban antes, dado que son monte público. El Plan General no hace mención alguna al parque natural del Hondo, que linda con el término municipal.

En ese proyectado corredor verde, el Ayuntamiento de San Isidro pretende consolidar un núcleo industrial, pese a que según recuerda AHSA, el Documento Consultivo establece que se deben concentrar los usos industriales en una zona concreta para que se minimice la afección ambiental de esos usos, concluyendo que "por ubicarse en terrenos de valoración ambiental muy alta, y suponer dispersión de usos, no se considera viable ambientalmente ese sector".

Por otra parte, el grupo ecologista muestra "su sorpresa porque continúen sin ser protegidos los huertos de palmeras del municipio y señala que esos palmerales poseen notables valores patrimoniales, ambientales y paisajísticos y denuncia que el Plan General excluye la figura de Zona Rural Protegida, porque considera que no existen terrenos dignos de singular tratamiento por su importancia social, paisajística, cultural o de productividad agrícola".

Amigos de los Humedales pide también en sus alegaciones, que se establezca "un corredor ecológico" sobre terrenos agrícolas protegidos que permita la conexión del núcleo de interés ambiental y arqueológico configurado por el Cabezo Pardo, el Saladar de San Isidro, el Cabezo del Molino y su laguna, integrando el núcleo de huertos tradicionales de palmeras situado al este del Cabezo y la laguna del Molino, con el Parque Natural de El Hondo y su entorno. Así mismo alegan que en esta nueva versión del Plan General solo ha sido incluido el azarbe de La Rambla, quedando sin protección el resto de azarbes que cruzan el municipio, "incumpliendo -en opinión de AHSA- una vez más las directrices incluidas al respecto en el informe del Servicio de Infraestructura Verde y Paisaje".

AHSA "lamenta la falta de visión y sensibilidad" en la redacción del Plan General, en la que el 90% del suelo protegido pertenece a carreteras y transporte, "no habiendo protegido ni un solo metro cuadrado de suelo agrícola". Además, considera "inexplicable la resistencia" del Ayuntamiento de San Isidro "en aplicar las directrices establecidas en el Documento Consultivo y no entiende a que intereses obedece la obstinación en mantener una zona industrial alejada de los polígonos industriales presentes en el municipio, en una zona de alto valor ambiental".

Sin pronunciarse

Por otra parte, el Ayuntamiento de San Isidro, gobernado por el PSOE ni tan siquiera ha dado cuenta públicamente de la exposición pública del documento, más allá de la exigencia legal de exponerlo en la web municipal. La zona de saladar que no se protege está ubicada junto a la línea férrea que une Elche-Alicante con Orihuela y Murcia. Futuro AVE y corredor mediterráneo de mercancías. En un principio San Isidro, un municipio de menos de dos mil vecinos, quiere configurar en torno a esta zona un intercambiador logístico de transporte por carretera y tren, de ahí su escaso interés por la protección ambiental del saladar. Sin embargo, esa zona logística (ZAL) y el intercambiador, no aparecen previstos en el PGOU.