Pocos de los que ayer asistieron a la apertura del nuevo Centro de Salud Orihuela 1 El Rabaloche dejaron de citar la palabra «histórico» para referirse a tal acontecimiento. Y no es para menos. Ayer se puso fin a una vergonzosa y vergonzante etapa, la de la sanidad en barracones en Orihuela. Desde ayer, 9 de enero, los más de 28.500 pacientes del centro urbano y de varias pedanías pueden disfrutar de un centro sanitario en condiciones: 15.000 personas serán aquí atendidas directamente y otras 13.500 reciben asistencia en los 10 consultorios de los que depende este nuevo centro de salud. Todas ellas han tenido que esperar 14 años a que fuera una realidad la demandada instalación, y desde 2008 han sido atendidas en módulos prefabricados instalados en el aparcamiento del Ayuntamiento, que ahora serán desmantelados (aunque el gobierno local anunció el pasado verano que estudiaba ubicar allí dependencias municipales si llegaba a un acuerdo con el propietario). Por esos barracones la Conselleria de Sanidad ha estado pagando 9.000 euros mensuales de alquiler. Las reivindicaciones vecinales para que se construyera el centro de salud de El Rabaloche, que coge el nombre del barrio donde se sitúa, han sido una constante durante más de una década, y gracias a esa presión vecinal, el centro de salud del Rabaloche es una realidad.

Las instalaciones originales del centro de salud fueron desalojadas en 2002 por un problema estructural del edificio y se acomodaron de forma provisional en un establecimiento que hasta entonces acogía una colchonería. En ese local estuvieron hasta 2008, cuando se trasladaron a unos barracones ubicados en el aparcamiento del Consistorio, donde se pasaban, hasta ayer, las consultas. En abril de 2011, el gobierno valenciano, gobernando el PP, licitó el nuevo edificio, pero la alegría solo duró 40 días, el tiempo que tardó la misma administración en retirar la licitación. Hasta 2016, cuando se licitaron por 1,6 millones ya con PSOE y Compromís en el gobierno autonómico. Un edificio que ayer abrió sus puertas y atendió a los primeros pacientes.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, asistió a la apertura -que no inauguración porque no hubo placa como establece el Código de Buen Gobierno de la Generalitat- del esperado Centro de Salud Orihuela 1 El Rabaloche, acompañado por la consellera de Sanidad, Ana Barceló y la directora territorial de Sanidad, Encarna Llinares, entre otras autoridades. Puig visitó las diferentes estancias del complejo sanitario y saludó a los profesionales que ya trabajan en este centro, en cuyas obras se han invertido 1.667.224 euros. El centro sanitario cuenta con una superficie total de 1.690 metros cuadrados repartidos en dos plantas. Una planta baja en la que se incluye la recepción, la zona de extracciones, la unidad de salud reproductiva y sexual, cinco consultas de pediatría y las zonas de administración, salas de espera, aseo y despachos de trabajo. En la primera planta está situada el área maternal, un gimnasio para rehabilitación, once consultas de medicina general, ocho despachos y un vestuario para el personal. La inversión para equipamiento médico y administrativo es de 327.000 euros.

Puig recordó que al iniciarse el mandato prometió que sería una infraestructura de las que el gobierno del Botànic haría «y ya es una realidad». El presidente de la Generalitat señaló que «es uno de los mejores centros de nueva generación que se han hecho, la pediatría es ejemplar y el conjunto de acabados de la obra también». «Partíamos de una situación complicada y aún quedan muchas cosas que hacer, estamos atajando las listas de espera y vamos a continuar intensificando la inversión porque es básico que los ciudadanos ante la enfermedad sean iguales y tengan la mayor prestación posible». En este sentido dijo que «hemos tenido que superar muchos empastes del pasado» como los que había con el centro de salud, la casa natal de Miguel Hernández o el edificio de los antiguos juzgados, todos ellos proyectos desbloqueados en este mandato por el actual Consell.

Por su parte, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, dijo que «atenderemos las necesidades para trabajar con equidad y con justicia social».

El que fuera portavoz de la Asociación de Vecinos Rabaloche-Oriol durante los años en los que se ha reivindicado esta instalación, Rate Molera, se mostró muy «feliz» por la apertura «tras una lucha profunda», aunque se mostró contrario al cambio de nombre propuesto por el alcalde: «Centro de Salud del Rabaloche-doctor Marcelino Mellado».