El proyecto de planta de transferencia de basuras en Dolores, que dará servicio a 13 municipios de la Vega Baja, está previsto que se apruebe, de manera definitiva, el próximo 14 de enero, fecha en la que se reunirá la junta de gobierno de esta entidad. La instalación, una de las dos que necesita la comarca, está concebida para recibir 111.700 toneladas al año de basuras que luego se derivarán a los vertederos de Alicante, Xixona y Elche. El proyecto de gestión de la planta llamada «zona norte» que se lleva a aprobación en poco más de una semana deja fuera el transporte al vertedero.
El problema que habían planteado los ayuntamientos que allí llevarán sus residuos una vez esté en pie la instalación, es el alto coste planteado en un principio para el transporte de las basuras hasta el vertedero dentro del proyecto de gestión directa de la empresa pública Vaersa y que rondaba los 10 euros por tonelada. Actualmente esos mismos municipios pagan entre 4 y 5 euros, lo que supone el doble. Por este motivo, el Consorcio e Intervención encargaron un informe a la consultora Faura-Casas que concluye que el proyecto, tal y como lo había presentado Vaersa, era más «ineficiente» que si el transporte a vertedero se realizaba mediante gestión indirecta.
Según la consultora era mucho más caro que Vaersa se ocupara de la gestión directa del transporte de las basuras al vertedero, una vez compactadas en la planta de transferencia, que si lo realizara una empresa externa, como finalmente se hará. El objetivo es rebajar ese coste ya que después repercutiría, obviamente, en el recibo de contribución de los ciudadanos. La única posibilidad que ha planteado el Consorcio Vega Baja Sostenible, presidido por el socialista Manuel Pineda, es sacar el transporte al vertedero del proyecto que se llevará a aprobación el 14 de enero.
La consultora analizó las consideraciones que realizó la comisión técnica, que no encontraba explicación a que costara el doble el llevar las basuras desde Dolores a los vertederos de la provincia, que lo que ahora pagan hasta los municipios más alejados de estas instalaciones. Fuentes del Consorcio Vega Baja Sostenible aseguraron ayer que la aprobación definitiva de las gestión de la planta de transferencia de Dolores se lleva al próximo órgano de gobierno ya que las muchas alegaciones que se han hecho al proyecto de Vaersa ya han sido resueltas, a pesar de que muchos de los que las presentaron aún no han recibido la notificación con el resultado de sus quejas y propuestas.
Una vez se lleve a cabo la encomienda de gestión de la planta de basura a Vaersa, ésta sacará a licitación el transporte al vertedero de los residuos con la intención «de que el precio no llegue a los 5 euros por tonelada», señalaron las mismas fuentes. El próximo 14 de enero también está previsto aceptar el convenio de cesión de los terrenos dispuestos por el Ayuntamiento de Dolores en el polígono industrial para construir esta instalación.
La planta de transferencia funcionaría como tal hasta el momento en que la comarca logre contar con su propio vertedero de basuras, lo que haga innecesario trasladarlas a otras comarcas. Es lo que se desprende del informe de la comisión técnica que ha analizado el proyecto diseñado por Vaersa. Dará servicio a los municipios considerados «Norte de la Vega Baja»: Algorfa, Almoradí, Benijófar, Catral, Daya Nueva, Daya Vieja, Dolores, Formentera del Segura, Guardamar, Los Montesinos, Rojales, San Fulgencio y Torrevieja. El resto de los municipios de la comarca transferirán sus residuos desde la estación de transferencia de la zona de influencia Sur, donde se ha presentado un proyecto de gestión por parte de la empresa Cespa, filial de Ferrovial Servicios.
Las bases técnicas indican que debe haber 2 plantas de transferencia en la comarca funcionando al mismo tiempo y otra de valorización. El 14 de enero también se lleva, por vía de urgencia, el estudio de viabilidad que ha realizado Ferrovial para ubicar una planta de transferencia en Orihuela, cuyo proyecto es muy similar al presentado hace poco más de un año y que fue rechazado por el Consorcio.
