Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Orihuela

Vecinos de casas sobre los taludes de Cabo Roig temen nuevos desprendimientos

La Federación de Asociaciones de la Costa pide al Ayuntamiento más estudios y que decida si hay tramos del paseo marítimo que deban cerrarse

Vecinos de casas sobre los taludes de Cabo Roig temen nuevos desprendimientos

La Federación de Asociaciones de Orihuela Costa (Faoc) se muestra preocupada por los derrumbes en los taludes de Cabo Roig que obligaron a cortar un tramo del paseo marítimo el pasado mes de noviembre por la caída de tierra y rocas, que no evitó la malla instalada hace año y medio. En un escrito registrado en el Ayuntamiento, el colectivo vecinal pide al gobierno local que encargue un complejo estudio geotécnico y geomorfológico que evalúe el riesgo existente y que ofrezca una respuesta de actuación que sea compatible con los criterios aplicados por la Dirección General de Costas para preservar esta servidumbre de paso. Sería complementario al estudio que debe realizar la Concejalía de Urbanismo para evaluar la seguridad de los chalés situados en zonas de voladizo.

Precisamente, los propietarios de las viviendas que se encuentran sobre los taludes se muestran muy preocupados ante la posibilidad de que haya nuevos desprendimientos, ya que parte de sus terrenos se han visto muy afectados y los derrumbes han provocado que los muros y vallas de su terreno estén prácticamente en el precipicio y hayan quedado torcidos. Muchas de estas viviendas se construyeron hace años cuando la planificación urbanística carecía de rigor y, en algunos casos, están en una situación similar a la de fuera de ordenación. Sobre esos acantilados hay numerosas viviendas unifamiliares a las que solo se les permiten pequeñas obras de reforma y consolidación de la estructura.

Integridad

Los vecinos de la zona no solo temen por la situación de estas casas, también por la integridad de las numerosas personas que cada día pasean o corren por el paseo marítimo que recorre Orihuela Costa junto al mar desde Punta Prima a Mil Palmeras. El tramo donde se han producido desprendimientos desde hace años es el que se encuentra en Cabo Roig, donde la Concejalía de Playas llevó a cabo trabajos de afianzamiento de estos acantilados en mayo del pasado año por un precio de licitación de 250.000 euros, pero que se adjudicaron por 187.000 en virtud de la mejora que realizó la empresa adjudicataria.

Los trabajos consistieron en sujetar con mallas los acantilados, numerosos en el litoral oriolano, para evitar los desprendimientos incontrolados por la erosión de la roca. Estas mallas no aseguran internamente los taludes porque es una actuación que no se puede realizar.

«Dudas razonables»

Desde la Faoc consideran que hay «dudas razonables» en cuanto a la idoneidad de la solución adoptada, dada la envergadura del problema, ya que señalan que las obras no han conseguido el objetivo que perseguían que era el evitar desprendimientos y el consiguiente riesgo para los usuarios del paseo y los chalés situados en zonas de voladizo. Por ello solicitan al Ayuntamiento que evalúe, a la mayor brevedad posible, si hay tramos del paseo marítimo que deberían cerrarse al tránsito por existir riesgo para la seguridad de los viandantes. Actuación que piden directamente al alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, «dada la naturaleza del problema y el alcance social que tendría la existencia de algún accidente por nuevos derrumbes». Para ello, recuerdan las asociaciones vecinales, el Consistorio cuenta con una partida asignada de 500.000 euros para la remodelación del paseo.

El paseo marítimo, uno de los mayores atractivos de Orihuela Costa, que disfrutan diariamente los residentes, en su mayoría extranjeros, es también un polo de atracción turística que el Ayuntamiento se encarga de publicitar a menudo organizando en él paseos y otras actividades. El tramo cercano a Cala Capitán estuvo cortado durante 4 años, desde el verano de 2013 al de 2017, como consecuencia de los habituales desprendimientos. Cuatro años después de los primeros derrumbes, y tras un tortuoso camino burocrático, culminaron las obras de afianzamiento que, según la memoria valorada, deberían evitar los desprendimientos.

A finales del pasado mes de noviembre, tras unas lluvias intensas y como consecuencia de la erosión eólica y marina, se produjo un importante derrumbe de rocas sobre el pavimento del paseo que cortó su paso y arrastró la fijación y el mallado instalados un año antes, aunque afortunadamente no pasaba nadie en ese momento. El Ayuntamiento retiró inmediatamente los restos caídos y volvió a abrir al tránsito el paseo pocos días después y tras una inspección por parte de la empresa adjudicataria de las obras en 2017. Varios de los taludes en algunos tramos del paseo han quedado en voladizo, lo que preocupa, y mucho, a los vecinos. La Concejalía de Playas gestiona actualmente, con el Departamento de Costas y con la Concejalía de Urbanismo, la realización de las actuaciones pertinentes en este tramo del litoral oriolano.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats