El pleno del Consell del pasado viernes aprobó el decreto de apertura de una escuela de Educación Infantil de primer ciclo en San Miguel de Salinas. Era el trámite que se estaba esperando en el municipio para abrir un edificio que el se ha mantenido cerrado desde que se solicitó en 2009, y en el que se invirtieron más de 220.000 euros con financiación de la Generalitat Valenciana, a través de un Plan Confianza.

La nueva escuela Maestro Enrique, según un comunicado de la Conselleria de Educacion, atenderá parte de la demanda de escolarización no obligatoria de primer ciclo de Educación Infantil de la zona de alumnos de entre cero y tres años y está ubicada en un edificio propiedad del Ayuntamiento de San Miguel de Salinas. Contará con tres unidades de Educación Infantil de primer ciclo y tiene una capacidad para 40 plazas escolares. Está previsto que en noviembre pueda abrirse con un maestro de Educación Infantil y cuatro educadores, además de un conserje y directora. El centro cuenta también con comedor.

El pasado mes de febrero el Ayuntamiento adecuó la escuela infantil por el estado de abandono que tenía. La edil de Educación, María José Costa, señaló que «me siento satisfecha de que hayamos podido abrir ese edificio cerrado y encima que sea público». Durante de los últimos años el Ayuntamiento y la Generalitat se habían desentendido de la puesta en marcha del edificio. Hasta el punto de que, sin haberse estrenado, se había convertido en una zona de botellón, además de sufrir actos vandálicos con daños materiales cifrados en miles de euros y que el municipio ha tenido que asumir ahora. Fue la Asociación de Vecinos de San Miguel de Salinas la que denunció en este diario en novimebre de 2016 el estado de abandono del centro sin estrenar y cuya obra se adjudicó a una empresa local.

Las denuncias públicas de la asociación obligaron al municipio y a la administración autonómica tramitar su apertura.Una parte del gobierno local actual del PP, que sí vio la necesidad de adjudicar la obra a una firma local en 2009 no consideraba prioritaria la apertura, en especial porque iba a entrar en competencia con las empresas privadas locales de educación infantil -a la que no pueden optar muchas familias de San Miguel-