La Asociación de Vecinos «San Miguel Arcángel» convocó a los vecinos a una reunión informativa sobre el proyecto de prospección y puesta en marcha de una mina de yesos en el municipio, avanzado por este diario. Asistieron alrededor de un centenar de personas. Tras ese encuentro se decidió constituir una coordinadora de vecinos y vecinas para hacer frente a una propuesta industrial que consideran «una seria amenaza» para el futuro de San Miguel.

La coordinadora ha iniciado una campaña informativa y de recogida de firmas, la redacción de alegaciones al proyecto y la personación en el procedimiento administrativo en marcha para la concesión del permiso inicial para la explotación.

Como avanzó INFORMACIÓN, el 31 de agosto se publicó en el diario oficial de la Generalitat el inicio del trámite para la ubicación de una mina de yeso en San Miguel con una superficie de prospección de 1.450 hectáreas en la fachada noroeste del municipio. De ellas, 1.065 se superponen con la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Sierra de Escalona y Dehesa de Campoamor. El presupuesto del permiso de investigación es de 490.000 euros. La «principal amenaza», según la coordinadora, radica en que la concesión del permiso de investigación atribuye a la empresa minera, según la Ley de la Minería de 1973, la potestad de solicitar el permiso de explotación del yacimiento en el supuesto de que considere viable su explotación. Explotación que esa ley considera de interés público, «lo cual es condición necesaria para proceder a la expropiación forzosa de las propiedades afectadas por la cantera».

La economía de San Miguel de sustenta en el turismo residencial y en todos los sectores conexos, como la construcción, la hostelería y el sector servicios en general. La mina supondrá «una devaluación del parque inmobiliario, el principal activo y una caída en cadena de todo el sector turístico», según la misma fuente. La actividad minera, también «afectará a la zona agrícola más dinámica y que más riqueza y empleo genera en el municipio». Además, valoran, el futuro Parque Natural de Sierra de Escalona resultará «herido de muerte» ya que procedería la descatalogación automática de todo el territorio de la ZEPA y corredores ecológicos, que se ubican en San Miguel de Salinas.

También destacan «las afecciones colaterales de la explotación tales como el riesgo de un aumento de la actividad sísmica al encontrarse el yacimiento en la activa falla de San Miguel», entre otros.