Desde hace unos días y durante los próximos dos meses la concesionaria municipal de conservación de parques y jardines va a llevar a cabo la poda de 3.600 palmeras. La operación implica el trabajo al unísono de más de una quincena de jardineros, entre quienes podan con motosierras, recogen las podas y los camiones que realizan el transporte. También está coordinada con la Policía Local, para abrir paso a esta comitiva en viales y otras zonas con tráfico. Algo que ocurre en la fachada marítima de Torrevieja, donde estos trabajos se siguen con especial curiosidad por bañistas y paseantes, según explican desde la empresa STV. Estos trabajos son esperados en las zonas peatonales del centro del casco urbano donde en su día se plantaron ejemplares de palmera Washingtonia, cuyas palmas invaden balcones y ventanas. La especie, de crecimiento rápido y muy espectacular, es ya la más numerosa en el inventario de 3.600 palmeras municipales, por delante de las datileras, mientras que las Canariensis han quedado casi para la historia tras ser liquidadas, como en otros lugares del país, por la plaga de picudo rojo, según las mismas fuentes.

Aunque el contrato habla de una poda cada dos años, se está abordando de forma anual. En la zona de paseos marítimos se hace coincidir con la época en la que las palmeras datileras comienzan a dar frutos. El objetivo es impedir los dátiles terminen sobre la calzada, provocando daños en la vía pública o caídas. También que el alimento de los dátiles dé cobijo e a los roedores. Los operarios se han encontrado con otra avifauna, por ejemplo, cotorras, una especie invasora, aunque en este caso la corona de las palmeras no «da» para construir uno de esos grandes nidos comunales que copan los pinos de los parques de la ciudad. Para las zonas menos accesibles STV cuenta todavía con palmereros en plantilla, e incluso en alguna ocasión refuerza con la contratación de otros. Las plataformas de tijera pesan toneladas y no llegan a la corona de muchas palmeras a las que solo se pueden arrimar estos especialistas.

Picudo

La poda también tiene en cuenta la plaga de picudo contra la que la mayoría de empresas del sector que trabajan para ayuntamientos y particulares ha arrojado la toalla. Cualquier ejemplar puede albergar miles de larvas de picudo sin presentar síntoma externo alguno de estar infectado. Y cualquier medida intensiva para prevenir la extensión de la plaga se puede ver totalmente desbaratada por la dejadez de un vecino, con una palmera infectada, de las que salte el picudo al resto.