La autopsia practicada al cuerpo de la mujer de 60 años asesinada por su pareja sentimental en Orihuela ha despejado algunas incógnitas sobre las circunstancias de su muerte. El examen forense ha confirmado que Ivanka H. P., de procedencia búlgara, murió estrangulada, al menos, ocho horas antes de que su agresor confeso, Matey L. C., llamara al servicio de emergencias 112 para revelar el crimen y entregarse, según informó Efe. Se trata de la primera mujer fallecida por violencia de género en la Comunidad Valenciana en 2018, mientras que a nivel estatal son ya 28 las que han perdido la vida en lo que va de año.

El detenido por estos hechos, un búlgaro de 57 años, se ha negado a declarar ante los agentes de la Policía Nacional y tampoco ha hecho manifestación espontánea alguna a lo largo de la detención, que se produjo el lunes poco después de que llamara para dar cuenta del homicidio, a las 7.45 horas. Aunque en un principio se barajó la hipótesis de que el hombre la estrangulara momentos antes de confesar lo ocurrido, ahora se sabe que estuvo con junto al cadáver de su pareja en torno a ocho horas, hasta que se entregó a la policía.

Los hechos sucedieron en el número 39 de la vereda de la Buena Vida, en la pedanía de Desamparados. Según algunos vecinos, la pareja se encontraba viendo la televisión a medianoche del lunes con las puertas y ventanas de la casa abiertas de par en par debido al calor de agosto. El resultado de la autopsia revela que el crimen machista se habría producido poco después. Sin embargo, nadie escucho nada extraño en este barrio de vida tranquila y huertana. La fallecida no había interpuesto denuncia alguna previa contra su pareja ni los residentes de esta pedanía habían escuchado peleas o discusiones con anterioridad.

El detenido seguía ayer en el calabozo de la comisaría de Policía Nacional de Orihuela y está pendiente que pase a disposición judicial, lo que ocurrirá previsiblemente hoy miércoles, en el Juzgado de Instrucción número 2 de Orihuela, al haber estado de guardia el día de los hechos. No obstante, el caso pasará al juzgado especializado de la violencia sobre la mujer de la ciudad. Tampoco se ha efectuado todavía la reconstrucción del crimen en la vivienda en la que ocurrieron los hechos, que seguía ayer precintada.

Los residentes del barrio oriolano donde la pareja vivía desde hacía cinco años seguían ayer consternados por el fatal desenlace y las condolencias llegaron también hasta el municipio de Beniel (Murcia), donde la víctima trabajaba cuidando a una anciana.