La que debería ser la principal zona verde de la urbanización La Finca de Algorfa, con 40.000 metros cuadrados, está ocupada por calles y hoyos de un campo de golf del residencial y una laguna artificial de la misma instalación deportiva. Ha sido así durante 15 años. Este plan urbanístico -más amplio que el casco urbano de Algorfa, con capacidad para casi 2.000 viviendas- se ha ido ejecutando tras una polémica reclasificación de suelo agrícola de casi 3 millones de metros cuadrados, a través de un plan de homologación que se legalizó en 2003, en pleno boom inmobiliario. Antes, en 1998, se inició el campo de golf con una licencia de movimiento de tierras, que se regularizó años después. Ahora la urbanizadora y el Ayuntamiento, presidido por el alcalde Manuel Iván Ros, han resuelto consolidar esa parte del campo golf modificando el plan parcial para, finalmente, ejecutar la zona verde prevista, con los mismos metros cuadrados, pero «salvando» las instalaciones ya realizadas.
La modificación del Plan Parcial Sector III de La Rellana fue aprobada con el visto bueno de la mayoría socialista y la oposición del PP. Aunque la actuación de la promotora es una obligación legal, el municipio lo ha vendido públicamente como un logro. La empresa, principal constructora en el término municipal, y la única que cuenta con suelos urbanizables tras el fracaso de la tramitación del Plan General, asegura que va a invertir en las obras en los próximos meses 623.000 euros, además de otros 50.000 en dos pequeñas zonas de juegos infantiles, distribuidas en otras áreas del municipio.
Ese proyecto contempla separar en dos zonas el equipamiento de zona verde que estaba previsto inicialmente, justo en sus aledaños. Uno de ellos se realizará en torno a la balsa de riego que la empresa utiliza para dotar el campo de golf. Y el otro más cerca del hotel del campo de golf. Entre ambos, se mantiene el lago, los hoyos,y el cauce de una rambla donde estaba señalada inicialmente la zona verde.
Los técnicos de la empresa aseguran en la propuesta que la modificación se solicita porque en el plan parcial original esa zona verde está afectada por el paso de ramblas y una balsa de laminación de aguas procedentes de la lluvia y el drenaje de riegos agrícolas de la finca de La Rellana. Obvian que también está parte del campo de golf. Además de esos cauces y la citada laguna sobre el terreno existen al menos parte de «tees» de inicio, greens, búnkers y calles del campo de golf , que funcionan, como el resto de la instalación, con normalidad desde hace al menos 15 años.
La propuesta de los ingenieros al Ayuntamiento no aporta fotos aéreas en las que se pueda apreciar el estado actual del suelo. Solo planos con la zonificación original y con la alternatia propuesta además de un amplio proyecto sobre lo que se pretende ejecutar. Los mismos técnicos justifican la separación de la zona verde en dos en que se acerca el equipamiento a los principales núcleos de viviendas de la urbanización, acortando las distancias para llegar a ellos e incluso insisten en que con esta iniciativa están configurando una zona «única de observación para las aves».
Cualquiera que se acerque ahora a La Rellana puede ser expulsado si no ha abonado la correspondiente jornada de golf. La propuesta de la empresa es que estos nuevos espacios se «mimeticen» con la instalación.
El alcalde Manuel Iván Ros aseguró a este diario que no tiene constancia que durante mandatos anteriores se haya abierto expediente de infracción urbanística alguno por esta situación en su momento. La construcción del nuevo parque debe estar lista antes de finalizar este año según las previsiones que contempla el convenio que ha firmado el Ayuntamiento en paralelo a la tramitación de la modificación del plan parcial.
