Unos 400 usuarios de Casas de la Tercera Edad de Torrevieja se han manifestado esta mañana a las puertas del Ayuntamiento para reclamar a la administración local la reapertura de las cafeterías de los centros de mayores de la ciudad. Todas están cerradas, algunas desde hace más de dos años, por carecer de contrato. La manifestación estaba convocada por las juntas directivas de las cuatro centros de la tercera edad (Acequión, San Pascual-Centro Calvario, La Punta-Pedro Lorca y La Mata) y el Centro Municipal de Ocio (CMO). La concentración estaba autorizada por la Subdelegación del Gobierno -con una discreta presencia policial-, aunque los convocantes no habían alertado a los medios de comunicación de su celebración.

Los mayores ya habían amenazado hace unas semanas con emprender medidas de presión para agilizar la tramitación de un contrato que lleva casi dos años prolongándose, con cambios de criterio de los técnicos que hicieron comenzar de nuevo el procedimiento -cuando llevaba en marcha un año-, y que se ha visto afectado además por la nueva ley de Contratos, que entró en vigor en marzo. Todo sin que la mayoría de los mayores acepten que estos espacios públicos requieren que medie un contrato público abierto a todas las empresas interesadas para que se preste el servicio. Esta concentración las casas de la tercera edad han dejado de ofrecer, como avanzó esta edición, en la primera semana de junio a los usuarios las actividades que organizan como medida de protesta.

Uno de los convocantes, el presidente de la Casa de la Tercera Edad de San Pascual, Antonio Costa, ha asegurado a los concentrados que la responsabilidad de lo que está ocurriendo no es tanto de los políticos sino de los técnicos. Algo que ha sido acogido con división de opiniones entre los manifestantes, que han llegado a encararse con este portavoz, además de exigir la presencia del alcalde. Costa ha llegado a recomendar a los concentrados cuando ha anunciado una reunión con el primer edil que "no hicieran mucho ruido, que no era necesario". Los pensionistas no le han hecho mucho caso y han seguido reclamando la cafetería durante aproximadamente una hora. En una escena poco habitual el primer edil, José Manuel Dolón, ha accedido a bajar a la calle y se ha encontrado con los manifestantes en el acceso del Ayuntamiento. Altavoz en mano ha dicho que una comisión de representantes de los pensionistas se iba a reunir con los técnicos que tramitan el expediente y con el propio alcalde esta misma mañana. En declaraciones posteriores ha dicho que los usuarios tenían toda la legitimidad para protestar después de dos años sin ese servcio y que para la Alcaldía es "una preocupación constante que no hemos podido resolver por motivos estrictamente administrativos, pero tenemos la voluntad en que pronto tenga una solución", aunque por la junta de gobierno no ha pasado todavía ni la aprobación de los pliegos.

El alcalde ha anunciado después de la reunión que los técnicos han avanzado que el contrato puede estar adjudicado en septiembre y ha explicado que entiende que los mayores "no me crean, porque está claro que cuando una administración no funciona por la culpa de quien sea, pues la gente no te da credibilidad. Pero soy optimista y estoy trabajando desde la alcaldía para que sea una realidad". Dolón ha reconocido que la situación actual en la que los mayores llevan "su botellín de agua o cerveza en el bolso" no es "deseable en absoluto para una ciudad con tantas personas mayores a las que hay que atender con la dignidad que se merecen y eso es lo que les he dicho a los técnicos". La concejal del Área, Fabiana Ibarra, no ha acompañado al alcalde en esa aparición.