El alcalde de San Fulgencio, Carlos Ramírez, previsiblemente dejará esta mañana el cargo cuando en el transcurso del pleno que ha convocado (9 horas) se dé cuenta de la parte dispositiva de la sentencia que le inhabilita durante ocho años y medio para ocupar cargo público por un delito de prevaricación administrativa. El fallo fue dado a conocer en noviembre por el juzgado de lo Penal de Orihuela. Y es previsible que esto ocurra (que se marche) aunque el regidor no ha querido confirmarlo, pese a que tiene unas diligencias abiertas por la Fiscalía por haber seguido al frente de la Alcaldía seis meses después de que se dictara la condena. Sólo se limita a decir que está tranquilo y que tiene resuelto el futuro de los suyos, en referencia a sus ediles.
El pleno de hoy tiene la consideración de extraordinario porque fue solicitado por la oposición -PIPN, PP y PSOE- para intentar dar una solución a un hecho insólito: un Ayuntamiento que está gestionado por un alcalde condenado y que sigue en el cargo pese a que la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, en su artículo 6, establece que en los casos de inhabilitación no es necesario que la sentencia sea firme (como es el caso) para que sea de aplicación. El alcalde, desde enero, no ha convocado plenos y eso obligó a la oposición a pasar al ataque.
Ramírez, a comienzos de año, se negó a dejar la Alcaldía, tal y como le pidió el Partido Popular. Entonces, dimitió con militante y presidente local y arrastró a cinco de los seis ediles de la marca de la gaviota para que siguieran formando su equipo de gobierno. Todos ellos están considerados ahora como tránsfugas.
Inocencia
El regidor, que sigue manteniendo su inocencia y ha recurrido ante la Audiencia la condena, ha negociado durante las últimas semanas con miembros de la gestora que tuvo que nombrar el PP de San Fulgencio (pues se quedó descabezada tras su marcha) una salida para sus ediles fieles, lo que pasaría si continuaran dentro del equipo de gobierno. La dirección provincial del PP está mirando para otro lado y niega saber nada de todo ello, afirmando que el tema lo lleva la gestora.
Mientras, Manuel Gómez Rebagliatto, el único concejal que se quedó en el PP y miembro de la misma, sí ha confirmado dichas reuniones. Él podría ser en cuestión de días el nuevo alcalde pues la lista más votada en las municipales fue la de los populares y el resto de fuerzas políticas no parece que puedan consensuar un candidato que alcance la mayoría absoluta cuando cinco de los 13 ediles que conforman el Ayuntamiento son afines a Ramírez, otro de UPyD está en el gobierno y el PSOE no tiene pinta de votar al PP.
Consecuentemente con ello, lo que se está negociando es que los tránsfugas integren el equipo de gobierno del Partido Popular de Rebagliatto y si insólito parecía que un alcalde condenado siguiera en el cargo esta solución probablemente lo supera. Esto justificaría que la dirección provincial no quiera verse involucrada aunque espera como agua de mayo la salida de Ramírez y no sólo por recuperar la Alcaldía sino por quitarse un problema en la Diputación pues el actual alcalde de San Fulgencio es el primer reserva del PP por el distrito electoral de Elche donde el diputado Miguel Zaragoza quiere dimitir. Sin Ramírez en la política, Zaragoza se podría marchar y el siguiente de la lista del PP entraría como diputado sin que peligrara el sillón que ocupa el presidente de la Diputación, César Sánchez, a quien le mantiene un tránsfuga de Ciudadanos, Fernando Sepulcre.
La solución de este culebrón, que hoy cumple un nuevo capítulo con este pleno, se producirá en cuestión de días.
