Las alarmas volvieron a saltar ayer en las filas del PP de Orihuela. Y lo hicieron en un asunto que, a priori, no iba a provocar ningún desencuentro entre los ediles del Partido Popular. Pero no fue así. De nuevo, la división en las filas del PP de Orihuela se volvió a evidenciar en un pleno. Como ya ocurriera el pasado mes de septiembre, cuando los ediles Dámaso Aparicio y Begoña Cuartero se ausentaron de la sesión cuando se debía votar una moción del PSOE para reprobar al alcalde, Emilio Bascuñana y evitaban así votar con su grupo en contra, ayer, los mismos protagonistas, volvieron a marcharse en un punto que llevó a la sesión el PP, la adhesión al Plan Edificant de la Conselleria.

La moción fue defendida por la edil de Educación, Begoña Cuartero, a instancia del regidor oriolano y tras las protestas de la comunidad educativa por la tardanza en adherirse el Ayuntamiento a un plan que prevé el arreglo de 23 centros educativos, algunos con graves deficiencias o que están en barracones, como el IES Tháder o la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Orihuela. El pleno transcurría con normalidad, con los rifirrafes habituales entre el gobierno y la oposición en un tema del que se lleva meses hablando, pero sin visos de que hubiera sorpresas. Era la primera de las mociones, la única que llevaba a la sesión del Jueves Santo el equipo de gobierno. Los dos turnos de intervención del proponente, en este caso la popular Begoña Cuartero, tanto el de exposición de los motivos como el primero de réplica los defendió ella, pero en el de cierre tomó la palabra el regidor oriolano. Nada más comenzar a hablar, el concejal y presidente del PP local, Dámaso Aparicio -que mantiene un enfrentamiento político con el regidor- recibió una llamada que no dudó en contestar desde su asiento hasta que decidió seguir la conversación fuera del salón de plenos. Instantes después, la edil de Educación, y secretaria de los populares oriolanos, se levantó de su silla, visiblemente enfadada, y agarrando su móvil se marchó de la sesión que estaba a punto de votar la moción que ella misma había llevado a pleno y que es de su competencia. Las caras de los ediles tanto de su grupo, incluido el propio Bascuñana, como los de la oposición reflejaban la sorpresa por la marcha de ambos concejales, algo que nadie se esperaba, ni sus compañeros de filas más afines. La votación de adhesión al Plan Edificant se inició con la ausencia de ambos, aunque salió adelante con los votos a favor de los nueve concejales del PP que quedaban, los del PSOE y los dos de Cambiemos, y la abstención de Ciudadanos y Foro Demócrata.

Cuartero explicó a los periodistas que le había molestado que el alcalde tomara el turno de palabra sin habérselo comunicado previamente. «Mi compañero Paco Sáez me ha dicho que el turno de cierre lo iba a hacer el alcalde, algo que no sabía ya que me había preparado yo el cierre de la moción y no me ha sentado nada bien que Emilio Bascuñana interviniera en esta moción sin habérmelo comunicado antes de empezar el pleno, por eso me he marchado», señaló Cuartero, asegurando que su ausencia en la votación «no lo he hecho aposta, sólo que con el cabreo se me ha pasado que había que votar y cuando me he dado cuenta ya era tarde para volver». Por su parte, Dámaso Aparicio excusó su ausencia «porque he recibido una llamada urgente de trabajo y la tenía que contestar», negando que todo estuviera preparado y que se hubiera marchado por los mismos motivos que su compañera de grupo y de ejecutiva, Begoña Cuartero.