La detención de dos personas el pasado domingo en Callosa de Segura evitó la posibilidad de que se produjeran disturbios en un lugar en el que se concentraban decenas de personas, muchas de ellas de avanzada edad. La Plaza de España estaba llena a rebosar con motivo del inminente inicio del operativo para la retirada de la Cruz de los Caídos y a las doce en punto de la noche los efectivos de la Guardia Civil iniciaron el desalojo. Uno de los agentes resultó herido debido a que le lanzaron un petardo que le causó daños en un oído. Segundos después se arrestó a dos jóvenes que portaban 60 petardos más con una potencia considerable. Pasaron la noche en el calabozo y, tras prestar declaración, fueron liberados.

Según explicaron ayer fuentes del Instituto Armado, a los dos detenidos, un hombre y una mujer, se les imputa un delito de atentado contra agente de la autoridad. En el momento de ser arrestados, al filo de las 00.15 horas, uno de ellos gritaba «Callosa resiste por Dios y por la patria». Tras ser reducidos fueron trasladados a dependencias de la comandancia de Callosa de Segura. Ambos fueron puestos en libertad a medio día del lunes, tras acudir un abogado para prestarles asistencia. La Guardia Civil negó ayer que estas personas sufrieran agresiones y golpes, tal y como se denunció desde la Falange, que aseguró además que «fueron acusados falsamente de lanzar un petardo a la Guardia Civil, el cual fue lanzado desde la multitud y se desconocía su origen», según trasladó Juan Pedro Marín.

Medidas cautelares

El municipio sigue a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) se pronuncie sobre si mantiene o no las medidas cautelares que frenaron la retirada de la Cruz el pasado lunes. Los jueces aceptaron una medida cautelarísima solicitada por la Plataforma en Defensa de la Cruz para detener los trabajos, pero lo hicieron tarde. Esa orden llegó al Ayuntamiento en torno a las 14 horas, cuando la Cruz ya había sido arrancada de su base para dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica, según defiende el gobierno de izquierdas. Lo que todavía permanece en la Plaza de España es la peana de mármol blanco con el nombre de los 81 caídos y sobre la que se erigía el símbolo. Según informaron fuentes del TSJCV a este diario, los jueces se reunieron el día 31 de enero para abordar este asunto aunque hasta ayer por la noche no había trascendido ninguna novedad. Todos esperan que el próximo lunes se adopte alguna decisión.

Mientras tanto, la Plaza de España amaneció ayer con otra cruz. Se desconoce quién la colocó allí. Es de pequeñas dimensiones en comparación con la que había antes y está realizada con madera. El Ayuntamiento, gobernado por el tripartito (PSOE, IU, y Somos) que lidera Fran Maciá, trasladó ayer estos hechos a la Subdelegación de Gobierno, que es el organismo que ha dirigido el dispositivo de seguridad durante los últimos días en el municipio. Denunciaron que había sido violentado el perímetro dispuesto en torno al monolito. Como no podía ser de otra forma, las fotos corrieron como la pólvora por las redes sociales. La Plataforma Ciudadana en Defensa de la Cruz también publicó esa imagen y dijo: «Con esto nos hemos levantado esta mañana. Y es que esa es la voluntad de la gran mayoría del pueblo de Callosa, volver a ver la Cruz en su lugar y que nunca debió salir».

Pintadas

La cruz de madera colocada sobre la peana de la Plaza de España no fue el único hecho registrado ayer sobre este asunto. De madruga se registró un nuevo acto vandálico en la localidad. Fue en el monumento a la Paz y la Reconciliación, que recuerda a todas las víctimas que murieron entre 1936 y 1939 como consecuencia de la Guerra Civil. En la parte trasera de ese monolito, que había sido recientemente remozado, se realizó una pintada con el texto: «Contra el odio marxista reponed la Cruz». Mientras la plataforma vecinal condenó públicamente ese acto desde el consistorio también se dio parte a la Subdelegación de Gobierno sobre lo ocurrido.