La edil de Urbanismo, Begoña Cuartero, aseguró ayer a este diario que la licencia de obra para la construcción del Centro de Salud del Rabaloche, infraestructura pendiente desde hace más de 14 años y que actualmente presta sus servicios en barracones ubicados en el aparcamiento del Ayuntamiento, se concederá a principios de agosto, puesto que su aprobación está ligada a la concesión de la licencia ambiental. Y ésta se aprobó la pasada semana y será efectiva a finales de la que viene, cuando transcurran los 15 días que marca la ley para el periodo de alegaciones. Sin embargo, y pese a que la Conselleria anunció a través del grupo municipal socialista que los trabajos comenzarían a finales de junio, la falta de licencia municipal no es el único impedimento para la ejecución de las obras, según Cuartero. La Conselleria «aún no ha designado al jefe de obra, al director facultativo del proyecto», siendo este el último fleco que falta del proyecto de ejecución del ansiado espacio sanitario, dijo ayer.
Durante las últimas semanas, el PP y el PSOE se han acusado mutuamente del retraso en las obras. Pues si el equipo de gobierno popular pidió la pasada semana que la Conselleria comenzase las obras cuando aún no les ha concedido la licencia, el PSOE respondió que si los trabajos no se han iniciado es precisamente por la falta del permiso municipal.
Cuartero explicó ayer que no se ha podido llevar a cabo los trámites necesarios porque «hasta junio, no llegó el informe favorable de la Conselleria de Cultura para otorgar la licencia -Cultura debe dar su visto bueno al tratarse de una construcción que se levantará en un entorno declarado como Bien de Interés Cultural-.
Sea como fuere, el centro de salud no hace más que acumular retrasos e inconvenientes para su ejecución, despertando la indignación de los vecinos que, además, deberán pagar de sus bolsillos unas infraestructuras que dependen de Sanidad, ya que el edificio se levantará con cargo al Plan Confianza, que en principio estaba destinado a la inversión en otros proyectos municipales.
La adjudicación del proyecto se publicó en el DOGV el pasado 6 de junio a la empresa Dragados SA por 1,6 millones de euros frente a los 2,5 millones por los que salió a licitación.
Las obras tienen un plazo de ejecución de 18 meses, por lo que si finalmente comenzaran en agosto, el centro de ladrillo sería una realidad a principios de 2018, pese a que en junio se anunció para Navidades de 2017. La construcción de este centro también supondrá un alivio para las arcas del departamento de Salud de Orihuela, que desde hace un año y medio asume los 4.500 euros mensuales en concepto de alquiler de los barracones que forman el centro.
