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La UMH prueba un hongo para acabar con el picudo

Testan un producto para matar al escarabajo de forma natural y usar menos fertilizantes

La UMH prueba un hongo para acabar con el picudo

El banco de germoplasma de palmeras de la Universidad Miguel Hernández, ubicado en la Escuela Politécnica Superior de Orihuela, en el Campus de Desamparados, ha recurrido a un proyecto de la empresa alicantina Glen Biotech para tratar de combatir la plaga de picudo rojo que, si bien durante los últimos 10 años había permanecido ajena al campus oriolano, al no infectar ningún ejemplar, el pasado mes de septiembre registró las primeras muertes de palmeras palmeras a causa del escarabajo que está arrasando palmerales por todo el país. Se trata de un hongo que combate de forma natural el insecto, provocando su muerte, y que según Rafael López, uno de los ingenieros de la empresa, «reduce en más de un 66%» la presencia de picudo y sus larvas en las palmeras tratadas.

Lo que más llama la atención de este producto, a priori, es su presentación, pues se trata, a simple vista, de granos de arroz que se vierten con cierta facilidad sobre las palmeras, principalmente «en el borde de las hojas y en los hijuelos», explica López. Estos granos de arroz llevan inoculado el hongo «Beauveria Bassiana», que se va reproduciendo constantemente de forma que, al entrar en contacto con el picudo, acaba con él en unos diez días, «sin que afecte a otros insectos ni a la palmera», como las abejas. Desde la empresa, aseguran que poseen otros estudios que afirman que el uso de este hongo eleva a cerca del 75% su efectividad, al quedar apenas el 25% de los insectos vivos.

Las ventajas del uso de este producto pasan tanto por reducir costes, ya que su aplicación es trimestral y apenas se necesita medio kilo de producto para una palmera pequeña, como ambiental, pues permite reducir significativamente el uso de fertilizantes químicos. Aun así, López asegura que «recomendamos siempre combinarlo con algún fertilizante», ya que su eficacia no es del 100%.

La durabilidad es otro de los factores a tener en cuenta ya que, «mientras queden granos de arroz en la palmera, el hongo está presente y está actuando».

Eficacia

Concepción Obón, una de las responsables del banco de germoplasma de la EPSO, considerado como el mayor banco genético de palmeras del género Phoenix del mundo, apunta a que «aún es pronto para determinar el grado de eficacia» en las casi 400 palmeras plantadas en la parcela de la universidad. «Nos decidimos a probarlo porque lo habíamos conocido a raíz de diferentes estudios. Hasta septiembre del año pasado ni siquiera habíamos utilizado fertilizantes para ahuyentar al picudo, pero tras morir algunos ejemplares, nos vimos obligados a hacerlo». Por tanto, desde hace casi nueve meses, se alterna la aplicación del hongo con fertilizantes, «y si durante este año no tenemos ninguna baja, empezaremos a aplicar solamente el hongo, para no correr riesgos».

López explica que el proceso de fabricación del producto es relativamente sencillo. «Esterilizamos los granos de arroz, después los hidratamos, añadimos aditivos naturales e inoculamos el hongo, que tarda dos semanas en crecer».

Es entonces cuando el hongo comienza a soltar conidios (esporas), que es lo que ataca al picudo. «Al aplicar el producto se ve que se desprende una especie de polvillo. Eso es lo que actúa contra el picudo». Este es el motivo por el que, aunque no es tóxico, se recomienza aplicarse con guantes y mascarilla.

Esta facilidad de aplicación es otro factor diferenciador, pues al aplicarse sobre las hojas e hijuelos de la palmera, puede realizarse con una pértiga sin la necesidad de palmereros que trepen hasta las copas, como en el caso de los fertilizantes químicos, renovándose cada tres meses.

Investigación

Aunque la empresa consiguió el permiso de comercialización en el año 2010, la investigación y desarrollo se remonta «al año 2005. Forma parte de una tesis doctoral de Berenice Güerri -la investigadora de Glen Biotech-, quien realizó el estudio con palmeras por todo el sureste», aplica López. Además de con la Universidad Miguel Hernández, la empresa trabaja con numerosos ayuntamientos como el de Elche, Alicante o Murcia para tratar de erradicar una plaga que amenaza palmerales únicos como el ilicitano, declarado Patrimonio de la Humanidad, o el de la propia Orihuela, que ha perdido miles de ejemplares.

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