El número de personas atendidas por la organización Cruz Roja Cruz Roja en la Vega Baja se ha visto duplicado en el último lustro. La crisis, el desempleo y la falta de recursos han empujado a situaciones de extrama vulnerabilidad a familias que hasta hace pocos años formaban parte de la conocida como clase media. El nuevo perfil del beneficiario de los programas de ayuda de esta organización humanitaria lo conforman unidades familiares con padres de entre 35 y 49 años que mantienen hijos menores a su cargo y que precisan de una asistencia que resulta vital para poder cubrir sus necesidades más básicas.
Las cifras reflejan que sólo durante el año 2015 se han atendido a cerca de 10.000 personas de la comarca poniendo en marcha más de 16.600 intervenciones para poder facilitar recursos como alimentos, medicinas, productos de higiene o ayudas económicas para evitar cortes de agua o luz en sus viviendas.
Acudir a pedir auxilio a Cruz Roja es quizá uno de los pasos más difíciles para muchas de las familias que nunca se habían visto en una situación límite. Las dificultades suelen comenzar por la pérdida del empleo, siguen con la agotación de prestaciones sociales y se agravan cuando se agotan los últimos euros ahorrados. Es cuando los cabezas de famila, en la mayoría de ocasiones la mujer, da el paso de pedir ayuda. El pasado año fueron más de 1.500 familias las que recibieron asistencia de Cruz Roja, unas veces tras tocar a la puerta de la organización para pedir auxilio y en otras fue la propia Cruz Roja la que acudió a prestarles auxilio.
La responsable provincial del programa de personas en extrema vulnerabilidad, Rosario Sampere, explica que una vez que se entra en contacto con una familia en dificultades comienza un trabajo para realizar una radiografía de su unidad familiar con el objetivo de detectar las necesidades. «No se trata sólo de entregar lotes de alimentos, sino de planificar una intervención con carácter finalista que tiene como objetivo prestarles apoyo para que puedan salir adelante con sus propios recursos lo antes posible». La misma destaca que no todos los que llegan se encuentran en una situación de desempleo, sino que ha aumentado el número de personas que aunque trabajan a a tiempo parcial reciben sueldos tan bajos que les obligan, por ejemplo, a decidir entre pagar el alquiler o la hipoteca o comer.
Proyectos diversificados
Los proyectos se han diversificado y ya no sólo se atienden a las necesidades básicas, si no que se incluyen necesidades específicas de los menores de familias en crisis para una mejor integración escolar, y se prestan a las ayudas enfocadas a evitar la exclusión residencial. También se han iniciado programas para prestar apoyo psicológico a menores y adultos.
Las cuatro nacionalidades más atendidas en la Vega baja son españoles (47%); marroquíes (30%), búlgaros (16%) y argelinos (10%). Entre ellos han repartido casi 7.800 entregas de bien, principalmente de productos alimentarios, de higiene personal y de medicación, y gestionado 294 entregas económicas, principalmente de pago de recibos de suministros de vivienda.
Desde Cruz Roja apuntan que la principal fuente de financiación la reciben de las aportaciones de la declaración de la renta anual y de las cuotas de los socios. Se puede colaborar a través de www.cruzroja.es.
