El Obispado ultima la rehabilitación de unos 150 nichos del cementerio de Orihuela, que es propiedad del Cabildo, para adaptarlos a la normativa de la Comunidad Valenciana de 2005. Se trata de tres bloques de sepulturas que han sido completamente derribados y reconstruidos desde cero, para hacerlos «más anchos, y mejorar la inclinación del sistema de aguas pluviales y otras mejoras» en pro de garantizar la salubridad del camposanto, según explicaron ayer desde la institución religiosa a este diario. Estos bloques tenían una antigüedad superior a «los 90, años, por lo que ya estaban muy deteriorados
Las obras, cuya licencia se aprobó en la Junta de Gobierno el pasado 6 de octubre, llevan en el aire desde principios de año, cuando se solicitó al Ayuntamiento el permiso. Fue entonces también cuando comenzó el proceso para poder reubicar los 150 cuerpos que descansaban en estos tres bloques de nichos, bajo un estricto protocolo. «Los familiares han tenido que dar su consentimiento para exhumar a sus seres queridos y trasladarlos a otra ubicación para poder llevar a cabo las obras».
Las consecuencias pasan por una reducción de la superficie destinada a los enterramientos, pues la necesidad de realizar nichos más amplios en los bloques derribado ha causado una disminución de los habitáculos que pueden albergar cada uno. Sin embargo, «ya está todo solucionado, con el consenso de los familiares, que han dado todos los permisos necesarios». Las obras son únicamente de reacondicionamiento, y no suponen ninguna ampliación del camposanto sino más bien todo lo contrario, ya que la ampliación de los nichos reduce el número de plazas.
Festividad
Los trabajos se iniciaron hace semanas y, aunque avanzan a buen ritmo, no estarán concluidos de cara a la festividad de Todos los Santos que tendrá lugar este domingo, cuando está previsto que miles de personas acudan a venerar a sus difuntos durante toda la jornada. De hecho, el trasiego en el cementerio ya se ha hecho notar en los últimos días, debido a que muchos familiares aprovechar para acondicionar el lugar de descanso de sus seres queridos para que luzcan lo mejor posible de cara al domingo.
