Los técnicos informaron a favor de la segunda prórroga de la contrata de las basuras de Torrevieja por un año, hasta junio de 2016, solo con el criterio de velar por el interés general -garantizar la recogida de residuos y la limpieza de las calles- y pese a las graves deficiencias, insisten, que presenta el servicio y que irán a peor a lo largo de los próximos meses. El ingeniero que supervisa el funcionamiento de la concesión de Acciona hizo constar que ésta prórroga, que comenzará en junio próximo, va a «provocar un detrimento considerable de la calidad del servicio, que ya es posible observar en la calle en ciertas épocas del año, ya que toda la maquinaria en general y algunos servicios en particular se han quedado obsoletos».
Los vecinos desembolsan al año 17 millones de euros para asumir el pago del canon a la empresa, que por ese precio además del transporte a vertedero, recogida y limpieza de calles realiza, la limpieza diaria de las playas. Una adjudicación realizada en 2004 y por diez años, a través de un procedimiento que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad consideró fraudulento y por la que el exalcalde Pedro Hernández cumple una condena de tres años de cárcel por falsedad documental.
Gastos variables
El dimensionamiento de alguno de los servicios que se ofrecen -prosigue el ingeniero- y de los equipos que los llevan a cabo se «han quedado muy cortos» y supone un «desfase» entre las previsiones de una concesión ideada hace ya casi 11 años y las circunstancias actuales. El pliego se proyectó el pliego de condiciones para una ciudad con un 20% menos de población, en 2004 y la ampliación del contrato, en 2009, «no ha sido capaz de paliar este aumento tan considerable». Además la maquinaria actual «ha llegado al final de su vida útil». En especial los camiones -aunque el técnico no los cita- «cuesta más repararlos» que adquirir nuevos.
El servicio, costaba cuando se adjudicó 9 millones de euros y casi el doble. Además el pliego hace responsable al Ayuntamiento de asumir los «costes variables» y de la mano de obra en caso de que adquiriera «nueva maquinaria con una modificación al alza (del canon anual) que no es posible realizar». El Ayuntamiento no puede abordar esa renovación porque, al igual que muchas otras administraciones locales , está sometida a un plan de saneamiento económico y la nueva legislación presupuestaria que restringe el gasto público no lo permite. Pese a estos antecedentes -técnicos y políticos-, el equipo de gobierno del PP decidió dar el visto bueno a la segunda prórroga que comenzará en junio, cuando expira la primera, porque tanto el ingeniero como la oficial mayor admiten en su análisis que los pliegos para licitar el nuevo concurso no estarán listos para esa fecha. Técnicos y políticos conocían la fecha en la que expiraba la contrata con una década de antelación.
Esta segunda prórroga se aprobó en una junta de gobierno urgente el 12 de diciembre pasado. Ahora se ha conocido su contenido. La presidió el edil Joaquín Albaladejo, ante la ausencia del alcalde Eduardo Dolón. Contó con asesoramiento de la oficial mayor y la interventora.
