El nuevo edificio instalado junto a la estación intermodal de Orihuela y que sirve desde el sábado como acceso al nuevo trazado ferroviario subterráneo, parece que no ha sentado nada bien ni al Ayuntamiento de Orihuela ni a los propios usuarios de los trenes de Cercanías y Media distancia que ya hacen uso de la que en el futuro será la línea por la que circule la Alta Velocidad, aunque no parará en el municipio. De forma provisional, el camino que separa el edificio de la estación intermodal se está realizando a ras de suelo, al aire libre, por la losa bajo la que se encuentran soterradas las vías, pero Adif pretende construir un pasillo de obra que una los dos edificios, construcción a la que se opone radicalmente el Ayuntamiento de Orihuela.
El motivo es que esta infraestructura crearía una barreta que partiría en dos las propuestas urbanísticas que se contemplan para la losa, con diversas zonas ajardinadas como un bulevar aún por determinar, según apuntó a este diario el edil de Urbanismo, Antonio Zapata (PSOE). «Hemos propuesto que la unión entre los dos edificios se realice al aire libre, techando el camino para que los usuarios no se mojen cuando llueva o se protejan del sol», añadió.
Las negociaciones del Ayuntamiento con Adif no solo contemplan una resolución satisfactoria para ambas partes en cuanto a la conexión de los dos edificios, sino que pasan por la cesión al Consistorio de los 787 metros de losa que forman el tramo completamente soterrado de las vías para convertir la gran lengua de hormigón en un parque urbano. Zapata aseguró a este diario que se invertirán en esta zona cerca de 300.000 euros que saldrán, en teoría, de los 4,6 millones de euros en inversiones derivadas de la venta de suelo en la costa y que, pese a haber sido anunciadas el pasado mes de noviembre, aún no se han generado los expedientes de crédito necesarios para su puesta a disposición, y que no podrán ejecutarse hasta que el Ayuntamiento no tenga el Plan Económico Financiero que debería haber sido presentado en septiembre, tal y como exigió el PP.
Convenio
La cesión de la losa pasa por la apertura de varias vías que antaño formaban los diferentes pasos a nivel en la ciudad. Sin embargo, esa cesión debe plasmarse en un convenio que lleva años en el tintero y del que Zapata siguió ayer sin dar plazos para su firma. En este sentido, el alcalde en funciones señaló que esperan que en el plazo de un mes y medio, se realice una cesión provisional para que se abra al tráfico la calle Luis Barcala hacia la carretera de Hurchillo, ya que «las obras están prácticamente terminadas y se podría permitir el paso de vehículos». En el mismo plazo podría abrirse una de las carreteras propiedad de la CHS, junto a los tubos del trasvase.
