Un inspector de la Dirección General de la Marina Mercante del Ministerio de Fomento dio ayer el visto bueno al estado de los motores del pailebote Pascual Flores. La inspección se llevó a cabo a primera hora en el dique donde permanece atracada la embarcación. Esta luz verde era esencial para afrontar los costes de su varado sin necesidad de que sea remolcado, para su puesta a punto -necesita una limpieza del casco que solo se ha realizado de forma parcial desde que se botó en 2008-. Después el Ayuntamiento quiere que cuaje un acuerdo con una fundación para ponerlo en valor, que navegue y que la entidad asuma su mantenimiento.
El barco está en condiciones para realizar el trayecto al varadero por medios propios. Algo que abarata los costes. El concejal de Cultura y Turismo, Luis María Pizana (PP) explicó ayer a preguntas de INFORMACIÓN que el Ayuntamiento baraja que esos trabajos se realicen en un varadero de Algeciras, con un desembolso municipal sensiblemente menor al de varaderos más cercanos.
El Ayuntamiento estudiará ahora el mejor momento para el traslado y dará cauce administrativo al coste de esa singladura con personal especializado así como a los trabajos necesarios que hay que abordar en el casco. El barco, una réplica del pailebote construido en los astilleros torrevejenses a principios del siglo XIX y que costó unos 5 millones de euros, no ha podido navegar desde que se culminó. Este proyecto del exalcalde Pedro Hernández Mateo fue concebido para que la Generalitat pusiera en marcha una Alta Escuela de Vela. El objetivo, que no pudo llevarse a cabo, era que ese uso permitiera sufragar su coste.
Como informó este diario tras 11 meses de negociaciones el Ayuntamiento ha perfilado un futuro acuerdo con una fundación española dedicada a la gestión de barcos históricos para darle un uso efectivo.
