El Ayuntamiento de Torrevieja tramita un acuerdo con una fundación especializada en gestión de embarcaciones con el objeto de poner en valor el pailebote Pascual Flores, hacerlo navegar y mantenerlo. La nave permanece atracada en el Puerto de Torrevieja y forma parte del Museo del Mar y de la Sal tras realizarse una inversión millonaria en su construcción. Antes de que este acuerdo se haga efectivo, sin embargo, debe estar en perfectas condiciones. Técnicos de la Dirección General de la Marina Mercante del Ministerio de Fomento visitarán la ciudad para realizar una inspección a fin de renovar los permisos de navegabilidad. En función del resultado, el barco se trasladará por medios propios o remolcado hasta un varadero para llevar a cabo su puesta a punto final. Esa operación incluye una limpieza del casco -que en los últimos años han realizado buzos aunque de forma parcial-.
Además se evaluará en profundidad si requiere otras necesidades. Todo el coste de estas operaciones lo asumirá el Ayuntamiento. Según indicó, a preguntas de INFORMACIÓN el concejal de Cultura y Turismo, Luis María Pizana, el municipio quiere lograr un acuerdo que permita que la embarcación alterne meses de permanencia en el puerto de Torrevieja con trayectos por puertos de España y el extranjero; normalmente, para eventos dedicados a las embarcaciones históricas, con la imagen y la promoción de la ciudad como referente.
La fundación, con participación de organismos públicos de peso, consagrada a la divulgación de la cultura marítima y los barcos históricos, asumiría su mantenimiento y conservación, que es el aspecto que más quebraderos de cabeza ha dado al equipo de gobierno del PP desde que se culminara la réplica del original, heredera del pailebote construido en las playas de Torrevieja en 1918. El proyecto inicial pasaba por integrar la embarcación en una Alta Escuela de Vela de la Generalitat. Una iniciativa finalmente descartada por la administración.
